Inicia año escolar 2011 en el Salesiano Don Bosco.

 

 

 

Pocos minutos después del amanecer del tercer día del año 2011, con la frente en alto y las baterías recargadas al máximo, los educadores salesianos del Colegio Salesiano Don Bosco de Guatemala ya cruzábamos alegres la puerta de entrada,

para comenzar a devolverle la vida a estas instalaciones, que sin sus educadores y muchachos, son sólo paredes frías y grises.

 

El trabajo no se hacía esperar. Después de los calurosos saludos de Año Nuevo, todos los educadores, dimos inicio a nuestras labores con la Santa Eucaristía presidida por el P. Director, Rómulo Gallegos. La alegría que nos caracteriza comenzaba a vibrar con el tradicional Rally de inicio de año, donde con juegos y trabajo en equipo, nos subimos de nuevo al tren de la obra que comenzó el mismo Don Bosco en Turín.

 

Durante los cuatro días siguientes, nos dirigimos hacia el Instituto Filosófico Salesiano Manuel Enrique Piñol para iniciar la jornada de capacitación y training en el Sistema Preventivo de Don Bosco, identificación con la obra, diagnosis y calidad de la práctica educativa, nuevas tendencias en la educación, tecnología educativa, sinergia de las áreas curriculares en el proceso educativo, autoevaluación, entre otros.

 

Después de buscar sin éxito una institución capaz de brindarnos esta capacitación con metas tan altas, pensamos: “¿quién mejor para brindarla que nosotros mismos, que conocemos nuestro trabajo y nuestras metas mejor que cualquier otra institución?” Fue por eso que fuimos nosotros mismos, a través de nuestros compañeros expertos en cada área, quienes compartimos nuestros conocimientos a todos, logrando que cada quien sea un engranaje que haga caminar al Colegio como un reloj suizo.

 

Al transcurrir las horas, nuevas ideas surgen y muchas propuestas se plantean. El trabajo es arduo, pero todos tenemos un mismo ideal, sabemos que por medio del esfuerzo y la dedicación podremos transmitir lecciones de vida a cada joven y niño que vive con nosotros en esta casa, aprende de y con nosotros en las aulas, reza con nosotros en el templo y juega con nosotros en el patio. ¡Manos a la obra! Nuestros niños y jóvenes se merecen lo mejor de nosotros.

 

 

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