Así de fácil. Estando en la Basílica Don Bosco, durante la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá, luego de haber visitado las reliquias de San Óscar Romero, me encontré con una escena interesante. Dos jóvenes estaban buscando a alguien que les dijera algo sobre la vida de Don Bosco. Estaban hablando con un sacerdote diocesano, quien les dio algunos datos, pero no lograron satisfacer la curiosidad de estos muchachos. Cuando terminaron de hablar, me les acerqué decidido.


“¿Quieren saber más sobre Don Bosco?” fue la pregunta con que inicié. Sus miradas brillaron, como si su equipo de fútbol hubiera ganado el campeonato más reconocido. Comencé a hablarles sobre su vida, su obra y su misión, valiéndome de los vitrales y mosaicos que lucen en la Basílica. Los muchachos eran de Colombia y habían escuchado que en ese templo se veneraban las reliquias del Santo de la juventud.

Los conduje hacia donde se encuentra la urna con la reliquia de Don Bosco, mientras les explicaba la importancia y peculiaridad de esa capilla. Al llegar, se tomaron un tiempo para rezar. Fue una oración sencilla, pero profunda, según el rostro y el semblante de ambos. Cuando terminaron de orar, se me volvieron a acercar. Uno me preguntó que cómo le podía hacer para pedirle un favor a San Juan Bosco, cuál era la manera de hacerle una manda.

Le contesté que Don Bosco era un santo muy práctico, que la espiritualidad salesiana se basa en hacer lo cotidiano de manera extraordinaria, tratando de encontrar la presencia de Dios ahí. Le dije que no era necesario hacer una peregrinación o llenarse la agenda con largos rezos. Lo que podía hacer era simplemente ofrecerle a Dios, por la intercesión de Don Bosco, su trabajo diario y su vida familiar por la necesidad que considerara. Hacer bien y con responsabilidad lo que le tocaba hacer. “¿¡Así de fácil!?”, me contestó. “Sí, así de fácil”, repliqué. Ambos recibieron como obsequio un libro con la historia de Don Bosco y se retiraron, espero yo, con el deseo de conocerlo más y de imitarlo. Que por su intercesión puedan crecer en la fe y en el amor.

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