Imágen disponible en línea. Hace dos semanas tuve un accidente, sí me caí, cómo, aún no lo logro entender, pero lo cierto es que sufrí una caída de esas que lo médicos consideran de alto riesgo.

Me fui de espalda en unas gradas. El golpe concentrado en el cuello y la cabeza que, como si no fuera poco se repitió en tres escalones consecutivos. Literalmente vi luces, eran unos destellos, cual fuegos artificiales, un zumbido en los oídos  y luego perdí el conocimiento. Lo primero que me preguntaron los médicos que me evaluaron cuando llegue a la sala de emergencias fue, ¿se mareo o desmayo antes de la caída?, la respuesta no. La combinación de los factores andar deprisa, zapatos de tacón y distraída fueron los culpables de mi resbalón.

Sufrir una caída puede dejar secuencias graves e incluso causar la muerte. La Organización Mundial de la Salud, OMS establece que las caídas son la segunda causa mundial de muerte por lesiones accidentales. Mueren anualmente en todo el mundo unas 424 mil personas debido a caídas. Gracias a María Auxiliadora mi lesión fue leve, pese a que el neurocirujano me dijo que falto muy poco para sufrir un daño irreparable en mi columna vertebral. Aún sufro algunas de las consecuencias de la caída, como mareos, temblor en las extremidades superiores y falta de coordinación. Tengo la esperanza que se cumpla lo que el especialista me dijo “con el paso de los días y hacer la rutina diaria se te irán regulando las funciones”,  eso espero.

La OMS declara que cada año se producen 37,3 millones de caídas que, aunque no sean mortales, requieren atención médica y suponen la pérdida de más de 17 millones de años de vida en función de la discapacidad que ocasionan.

 

Los más vulnerables

Se consideran que la población más vulnerable a las caídas son, en primer lugar, las personas adultas, arriba de 60 años, ellos son los que tienen un desenlace desfavorecedor.  Y en segundo lugar están los niños. Asimismo, se suman los que trabajan en condiciones de riesgo como el sector de la construcción, las personas que consumen bebidas embriagantes, efectos del consumo de medicamentos, problemas visuales, quienes practican deportes y hábitos extremos.

Sumado a estos grupos existen causas que provocan las caídas, como superficies resbaladizas, ya sea por el uso de ceras para el piso, que esté mojado o que haya un derrame de alguna sustancia. Por ello, uno de los lugares con más incidencia en caídas son los supermercados y la ducha. También, los huecos, falta de una loza o las raíces de los árboles son causantes de caídas. Otro factor de riesgo es utilizar artefactos inapropiados para subir o bajar, como bancos inestables, cuerdas en mal estado y escaleras mal puestas.

 

Llamado a la prevención

Los tropiezos y los resbalones son la acción culpable en la mayoría de las caídas. La única forma de no padecerlas es previniéndola. Acá algunos tips.

  • Libere el suelo de obstáculos. En especial las zonas de circulación.
  • Evite productos de higiene que dejen las superficies resbaladizas. Emplear cintas antideslizantes  y pasamanos en escalones y rampas.
  • Utilice alfombra en la ducha.
  • No utilice escaleras que estén en mal estado.
  • Si va a transportar objetos pesados o que obstaculice su visión es mejor pedir ayuda.
  • No utilice mesas y sillas sobrepuestas para alcanzar objetos en altura.
  • Elimine los cables o cuerdas sueltas del camino.
  • Retire los juguetes del suelo.
  • No utilice zapatos de tacón muy altos. Los ideales son los de cuña y suela antideslizantes.
  • Si utiliza zapatos de cintas cerciorarse de atarlas bien.
  • Evite caminar en calcetines o media.
  • Asegure las alfombras con cinta para que no se doblen y pueda sufrir un tropiezo.
  • Cierre las gavetas de los muebles si ya no los utiliza.

 

Lo invito a que ponga en práctica estas recomendaciones y ande con calma, sin distractores en las manos y siempre atento en cada paso que dé. 

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