Adicto al celular? Puedes tener Nomofobia. El mundo ha revolucionado, hoy la mayoría, por no decir todas las personas, poseen un teléfono móvil. Este aparato tecnológico ha dejado de ser únicamente para hacer y recibir llamadas como se concibió en el año 1973. 44 años después, las llamadas han pasado a segundo plano y lo emergente son las conversaciones de texto y observar vídeos.


El auge del teléfono móvil es tal, que se ha descubierto que las personas sufren anímica y físicamente cuando prescinden de él, ya sea porque se olvidó en casa, se extravió, no hay señal o se le agotó la batería.
Un estudio realizado en España revela que las personas en un 90% sienten miedo por no poder usar el teléfono celular. Y es que los usuarios se han vuelto dependientes del móvil, y es fácil detectarlo, a muchos le ha pasado que lo han olvidado en casa, ya van tarde a sus trabajos, sin embargo, regresan a sus hogares para recuperarlo. Ellos sienten una tranquilidad al tenerlo siempre en la mano o bolsillo.
Los jóvenes entre los 15 y 34 años son los más susceptibles a padecer de Nomofobia y este trastorno adquiere adeptos cada vez más. El estudio revela que llegará un momento en el que casi el 100 por ciento de los adolescentes lo sufrirán.

Síntomas de esta adicción
La Nomofobia ocasiona en la persona trastornos en el comportamiento, ansiedad, dolor de cabeza, malestar estomacal, pulso acelerado, insomnio, alteración en el carácter y palpitaciones aceleradas.
El solo hecho de pensar que estarán incomunicados hace a estas personas sentirse mal y presentar cuadros de estrés, similares a los que una persona vive en un evento grande en su vida como una defensa de tesis, una intervención quirúrgica o el día de su boda.
Otro de los síntomas de la Nomofobia es la revisión obsesiva del celular, no han pasado ni dos minutos cuando ya están descifrando las claves para ver si alguien escribió o llamó. Esto hace que las personas estén ajenas a lo que sucede en su entorno lo que los hace burbujas y dejan de interactuar con las demás personas cara a cara. Esto los convierte en personas alejadas, con cero relaciones sociales, se aíslan y son ensimismados. Y es que la vida gira alrededor del móvil, y no lo dejen ni para comer, ni para ir al baño.
Los nativos digitales son los que tienen mayor riesgo, por ello es fundamental educar desde la infancia sobre el buen uso de las tecnologías.
Estos padecimientos son trastornos mentales que se pueden prevenir dosificando el uso de los artefactos tecnológicos desde temprana edad y explicando con claridad los riesgos, en los que se ven involucrados no solo el daño a la salud, sino a la integridad como tal.

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