Este problema puede afectar el desarrollo social del niño. Luis es un niño que acaba de cumplir seis años, cuando alguien le pide decir "perro” él dice “pero”, y así es con todas las palabras que contiene la consonante R, él tiene dificultad para pronunciarla. A esto se le llama rotacismo.


Este problema es bastante común, ya que es complicado para algunos infantes hacer vibrar la lengua para poder pronunciar la R. Este fenómeno suele ser transitorio y con la práctica se logra hacer el movimiento preciso para decirla correctamente. Otros de los vocablos difíciles de pronunciar son la D y la S.

El problema de no pronunciar adecuadamente estas letras es que afectan en el desarrollo social del infante y en su aprendizaje. El escribir y leer resulta tedioso a un niño que tiene rotacismo. Los especialistas sostienen que se vuelven antisociales, callados y apartados por el miedo a que los demás se burlen de ellos por no pronunciar bien. Asimismo, ellos pueden llegar a tener problemas de escritura y por ende repercutir negativamente en su desarrollo intelectual.

Este problema puede darse por varios motivos, por problemas físicos como falta de audición, si el niño no escucha bien de ambos o uno de los oídos o tiene algún trastorno puede ocasionar rotacismo, ya que él no escucha bien el sonido de la R. Además, si nació con paladar hundido o presenta frenillo lingual corto. La corrección resulta más compleja en estos casos, pero si se consulta tempranamente (antes de los 6 años) tiene resultados positivos.

Otro causante de este trastorno es por herencia, si uno de los padres lo ha padecido, probablemente el hijo lo presente. También, por el abuso del chupete, y por no hablarle correctamente al niño; ellos aprenden de lo que ven y escuchan a su alrededor. Por eso es importante hablarles con claridad y correctamente. Un hábito que ayuda es leer cuentos antes de dormir y hacer énfasis en palabras que contengan las consonantes difíciles de pronunciar (R, D y S).

Después de determinar el origen del porqué el niño no puede pronunciar la R, se le debe dar el tratamiento correcto. Y si el niño pasa los seis años se debe acudir a un logopeda, ya que si no se corrige lo padecerá toda su vida.

Ejercicios como juego
Una de las claves para corregir es hacer ejercicios, sin que el niño se sienta obligado o abrumado por hacerlos. Lo recomendable es hacerlo como un juego para que el resultado sea el deseado.

1. Ejercicios moviendo la lengua, pueden jugar de sacar la lengua en repetidas ocasiones. Después mover la punta hacia los extremos y arriba y abajo, un juego ideal es quien puede tocar la nariz con la punta de la lengua.
2. Otro ejercicio es jugar imitando sonido con la lengua: lalalalalalalalalalala o chasquear la lengua.
3. Repetir palabras con R: quien repita más es el ganador: carro, burro, ratón, rojo, etc.
4. Imitar sonidos: motos, carros, tigre, etc.
5. Repetir trabalenguas con la letra R: erre con erre, guitarra; erre con erre, barril: rápido ruedan los carros, rápido el ferrocarril. Este perro viene con carro, este burro con carroza, perro y burro en carro y carroza, carro y carroza para perro y burro.

Con la práctica de estos ejercicios, perseverancia y paciencia los resultados serán notables a las pocas semanas de haber iniciado la terapia.  Es importante conocer la opinión profesional para corregir alguno de los problemas físicos como el frenillo corto u otro padecimiento.  Para ambos tratamientos es indispensable brindar confianza y apoyo al niño para que logre superar esta dificultad, que en cuanto más pronto sea tratada más fácil y corto será el proceso de corrección.

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