‘Yo Soy’ / Foto Cathopic / gvieto En Jn 8,1-11 Jesús dice “Cuando hayan levantado al Hijo del hombre, entonces conocerán que ‘Yo Soy’. Recordemos que Yahveh significa precisamente ‘yo soy’. Es una forma indirecta de revelar su identidad divina. Esta frase está relacionada con el pasaje del libro de los Números 21,4-9 donde se narra que Moisés hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo; y si alguno era mordido y miraba a la serpiente de bronce, quedaba curado.

Se nos enseña que ya sea en esta pandemia como en cualquier otra dificultad, siempre debemos mirar a Cristo crucificado para encontrar luz, fortaleza y salvación. Porque ¿quién es el que está en la cruz? Es Dios hecho hombre. Y ¿qué hace Dios en una cruz? Nos está diciendo que Él no se ha mantenido alejado de nuestros sufrimientos, sino que se ha involucrado hasta padecer él mismo la pasión y la muerte. Porque no hay prueba de amor más grande que dar la vida por aquellos a quienes se ama (Jn 15,13).

Una primera enseñanza es esta: ¡Qué graves deben ser nuestros pecados si han ocasionado la muerte de Jesucristo! Y ¡qué grande deberá ser ahora nuestro arrepentimiento y nuestro cambio de vida! El pecado es cosa demasiado seria como para que estemos coqueteando con la tentación.

La segunda gran enseñanza es el infinito amor que la encarnación y el misterio pascual de muerte y resurrección de Cristo no demuestra a todos y cada uno.


Porque, a diferencia de otros condenados a muerte, Cristo sufrió por amor a nosotros y resucitó al tercer día. Su cuerpo no conoció la corrupción del sepulcro. Desde entonces sabemos que la muerte no es el final del camino. Si confiamos totalmente en Cristo, Él perdona nuestros pecados y nos ayuda a llevar la carga de la cruz que nos toca. Él te da ya la paz interior y después la vida eterna. No siempre te quitará el dolor físico, pero sí dará un nuevo sentido a tu vida y a tu sufrimiento; te dará una razón para seguir adelante porque te mantiene en la esperanza.

Solo Jesús tiene palabras de vida eterna.

 

Artículos relacionados.

Compartir