Blog El Padre Luis dice

El cristianismo acoge con fe la verdad sobre Dios que ha sido revelada por medio de Jesucristo. / Fotografía: Cathopic.La historia de las religiones es una expresión de la búsqueda de Dios por parte del ser humano. Y Dios nunca ha estado lejos de quienes lo buscan sinceramente (Hch 17,27).

Así le ha complacido a Él, Jesús delegó poderes divinos en seres humanos débiles. Esto hace de ellos canales indignos, pero eficaces de su gracia salvadora. /Foto: Cathopic.Entre tanto para reflexionar que nos ofrece ese día, prefiero hacer referencia a la institución del sacramento del Orden Sacerdotal porque es el menos conocido.

Cristo murió en la cruz porque no hay amor más grande que dar la vida por aquellos a quienes se ama. El por qué Jesucristo llevó a cabo la redención con una muerte tan afrentosa se escapa a la razón humana.

Hemos sido llamados a poner en el centro de nuestro mensaje a Jesucristo, el encuentro con él y la luz y la fuerza del Evangelio.Comunicar la fe consiste en ofrecer a otros nuestra ayuda, nuestra experiencia como creyentes, para que ellos, por sí mismos y desde su propia libertad, accedan a la fe movidos por la gracia de Dios.

Con su poder divino ha resucitado, y ha vencido así a nuestros enemigos, el pecado, el mal, la muerte y el Maligno.Los sufrimientos de Cristo en su pasión y muerte de cruz, siendo sufrimientos de Dios hecho hombre, y siendo Él inocente, nos resultan incomprensibles, porque son tremendos e injustos. ¿Por qué tuvo que suceder?

En el cristianismo es Dios mismo quien sale al encuentro del ser humano: Dios se encarnó, se dio a conocer. / Imagen: Cathopic. “Tanto amó Dios al mundo que envió a su Hijo para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna” (Jn 3,16).

1- Jesús es Dios y hombre verdadero. El Dios-Hijo, o sea, la segunda Persona de la Santísima Trinidad, se encarnó en las puras entrañas de María. De manera que en Jesús encontramos la unión de dos naturalezas: la naturaleza divina y la naturaleza humana, en una sola Persona, que es el Hijo de Dios Padre. El Hijo de Dios se unió al hombre Jesús desde la anunciación del Arcángel Gabriel a María. De manera que el Hijo de Dios se sometió a un proceso de gestación en el vientre de María, y a un nacimiento natural.