No minimicemos sus problemas El acoso escolar (Bullying en inglés) sufrido por los jovencitos en el aula de clases no es un tema nuevo. Desde siempre ha existido el chico tímido al que ponen sobrenombre y es maltratado por su escasa capacidad para defenderse.


Este hábito de ser violentos con los débiles, que parecen disfrutar algunos jovencitos brabucones, sigue hasta ahora, pero con más fuerza gracias a las redes sociales. Antes, el maltrato se limitaba a la escuela; ahora el joven carga 24 horas con las burlas y golpizas emocionales que sus compañeros dejan en la internet.

Con mucho asombro escuché la historia de una amiga a quien su hija de 12 años le confesó que en su colegio habían creado una página en Facebook exclusiva para burlarse de una compañera.

Mi amiga tuvo el buen tino de informar sobre esto a las autoridades del colegio y la situación fue corregida. Obligaron a los alumnos a borrar la página. Pero ¿de qué manera se borra el dolor de esta niña ofendida por meses y en silencio?

A veces pasamos por alto el daño que puede dejar una herida abierta, quizás para siempre.

Como adultos cuesta comprender el ambiente juvenil actual y la importancia de la imagen virtual para los muchachos. Para comprender mejor este tema haré una recomendación un poco atrevida.

Netflix lanzó al aire una serie llamada Por trece razones (Thirteen reasons why en inglés). Esta serie está basada en el libro del mismo nombre de Jay Asher que fue publicado en el 2007. La trama de trece capítulos cuenta la historia de Hanna Baker y de las razones por las que acabó con su vida.

Cada capítulo es un valioso aprendizaje para que los padres comprendan lo que viven los chicos en la escuela y sobre su fragilidad emocional que podría desembocar en una tragedia.

Es igual de importante reconocer las señales de un joven que está siendo acosado o las del joven acosador.

Yo soy madre y en cada episodio pude comprender mejor el universo adolescente de hoy, tan distinto al que me tocó a mí en los años ochenta. Es urgente comprender esto.

Esta serie se está volviendo muy popular entre los jovencitos y seguramente sus hijos ya la vieron. Yo la recomiendo exclusivamente para padres de familia, pues toca temas muy fuertes de manera explícita como la violación sexual, el acoso escolar y el suicidio.

Basta con que ponga el nombre en Youtube y encontrará los capítulos en español. Si tiene una cuenta en Netflix, puede encontrarla allí.

Nunca debemos minimizar aquellos hechos que para los jóvenes son grandes problemas. Su universo interior merece todo el respeto, comprensión y cariño posible, muchísimo más si eso afecta su imagen virtual o real.

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