©Photography33Es prácticamente inevitable que surjan conflictos en la vida familiar. Casi todos acaban, por desgracia, en rabia, lágrimas y portazos.

© mjth¿Están seguros de que enseñar el arte de la cocina a sus hijos no es útil y educativo?
La relación con la comida ha perdido la brújula. Hemos aprendido palabras antes desconocidas, como anorexia y bulimia; las madres están preocupadas por la obesidad infantil; los adolescentes están angustiados por su forma física y su peso corporal. Se distingue cuidadosamente entre alimentos saludables y peligrosos.

Aprenden a utilizar "escenas" como arma infalible.Padres e hijos son igualmente responsables del clima familiar. La llegada de los niños reformula y condiciona el ambiente familiar. Los hijos no son meros receptores pasivos del comportamiento de los padres. Son elementos claves para el bienestar o malestar familiar. Cuando lo padres andan mal, los hijos también andan mal. Y viceversa.

Cuando llegan los hijos

educarDB 222 1La tarea de educar a los hijos para que desarrollen hábitos de orden mental y sean capaces de organizar sus propias vidas no siempre se valora como corresponde. Sin embargo, el orden y la organización son asuntos muy importantes, que ayudan al aprendizaje y producen efectos positivos en el desarrollo de la memoria.

las manifestaciones de agresividad pueden ser superadas con un poco de sano humorismo. La conquista más grande de la sociedad debería ser la capacidad de convivir. Pero aún estamos lejos de esa meta. Nos descubrimos dolorosamente influidos por la violencia, física o verbal: por la calle, en la política o en nuestro lugar de trabajo, en el descanso de la escalera e incluso en nuestra propia casa.

Educar como DB 4Tiempos duros para los tímidos y los introvertidos. La sociedad en que vivimos es extrovertida y competitiva. Quien tiene el don de un temperamento reservado corre el riesgo de no sentirse nunca a gusto. El miedo a los contactos sociales se ha difundido. Casi la mitad de la población tiene miedo de la otra mitad.

Proyectar y mantener un lugar adecuado para el estudio. Foto: CDB/ESAEl buen rendimiento escolar es como el “as en la manga” de la felicidad familiar. Don Bosco decía que el corazón de los jóvenes tiene una cerradura que se puede abrir solo desde dentro, y que los educadores tienen que esperar con paciencia que la puerta esté semiabierta para lograr un contacto efectivo eficaz.