Descubrí a Don Bosco y a María Auxiliadora en los años 70’s y 80’s, cuando nacieron mis dos primeros hijos. Fue cuando le pedí a Dios que me diera la oportunidad  de inscribirlos en colegios salesianos  por la calidad que educación académica y espiritual de estos centros; ese deseo fue concedido también con mis otros dos hijos.

Fue mi oportunidad para ayudar en la Escuela de Padres del Instituto Salesiano San Miguel y en el oratorio del Instituto María Auxiliadora. Más tarde me integré como personal docente del colegio salesiano, estrechando más mis vínculos con la comunidad salesiana.

Mis hijos desde pequeños han pertenecido al movimiento juvenil salesiano. En 1977 fundamos el grupo EPAE, formado por padres de familia de alumnos salesianos. En el 2006 18 personas fundamos ADMA en Honduras, de la que soy presidenta desde hace cuatro años.

Participé activamente en los preparativos para la llegada de la reliquia de Don Bosco a mi país.  Haber estado tan cerca de él  fue como estar en el cielo. Pude darle gracias por todo lo que ha hecho en mi vida y en la de tantos jóvenes, y conocer y practicar el carisma salesiano. Al ver tantísima gente alrededor de Don Bosco que cantaba, bailaba, oraba, junto otras expresiones de piedad, experimenté la razón de la santidad fundada en la santa alegría, y me  ayudó a olvidar las tristezas y desalientos de la vida.

Las palabras de Don Bosco: “Tengan fe y verán lo que son los milagros”  son ahora parte fundamental en mi vida, por los milagros  palpables en las pruebas que he pasado con mi familia.
Carmen Cristina Montecinos de Córdova, hondureña, 55 años, casada, 4 hijos  (2 mujeres y 2 varones) y 2 nietas. Salesiana desde 1988.