Teatro salesiano Conocemos la importancia del teatro en la tradición salesiana. Veladas, puestas en escenas, representaciones diversas han formado parte de la cultura propia de los salesianos y su práctica educativa.

 

El teatro, y todo lo que gira a su alrededor, puede ser considerado como un pilar en la educación salesiana, especialmente en todo lo relativo al tiempo libre.

El teatro en Don Bosco no tiene, en primer lugar, una pretensión artística, sino sobre todo una constante preocupación de carácter moral. Y una intuición original de Juan Bosco fue el carácter didáctico que debían tener las representaciones. Obras que se convertían en escuela, medio de enseñanza de los principios católicos a través de las puestas en escena. En el manifiesto del teatro, Don Bosco pone como primer objetivo el de alegrar, educar, instruir, a los jóvenes sobre todo moralmente.

La excesiva duración suele aburrir a los destinatarios, piensa Don Bosco, y convierte en obra de teatro aquello que sus jóvenes tenían que aprender. Entre las obras que se representan en el oratorio, por ejemplo, se encuentra diálogos destinados a explicar el sistema métrico decimal, que se estaba implantando en esos momentos.

Si tenemos en cuenta que en 1871 el 58% de la población del Piamonte era analfabeta, el pequeño teatro, es el instrumento educativo más inmediato que permite hacer llegar incluso a un público analfabeto, el mensaje de la pastoral salesiana. Desde el punto de vista comunicativo, el teatro aparece como un instrumento emblemático dentro del sistema educativo salesiano que tienen como objetivo educar- formar-catequizar no a las clases elevadas, sino a los grupos más humildes de la población.

La modernidad de Don Bosco en cuanto al uso o a la importancia que da al teatro, no está en la ideología o en la doctrina que trasmite con las obras que editará y que sugiere poner en escena, sino en el plano más concreto de la cultura popular, lo que hoy llamaríamos mass-media, es decir, en el uso mismo de este instrumento de comunicación, en el haber sabido propagar un lenguaje tradicional (contenidos) a través de un instrumento cercano a los destinatarios a los que quería dirigirse.

 

 

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