Ilustración: wirestock Los creadores de redes sociales lanzan un producto destinado a incrementar las relaciones sociales de una forma ágil, eficaz y al alcance de la mano de todo el mundo.



Y todos entramos alegremente a disfrutar de su magia instantánea: amigos, información, diversión, ciencia...
Lo que no sabemos, o no nos importa saber, es que esas redes sociales son un descomunal negocio de billones de dólares a expensas nuestras. ¿Dónde se esconde ese negocio? Sin darnos cuenta, al usar las redes, entregamos información personal valiosa: nuestros gustos, inclinaciones, intereses, afinidades, opiniones, finanzas, debilidades... Al entrar en la red social vamos dejando rastro de nuestra persona. Rastro que queda grabado sin nuestro permiso y que se archiva en megadatos que, a su vez, se comercializan como activos de alto poder monetario.

Y así nuestra vida privada ya no es tan privada. Ingentes intereses económicos están ávidos de nuestra información que nos es robada. Entre más uso la red, mejor me conocen quienes están detrás de ella. Busco un libro en la red y esta me ofrece otros libros afines, mencionó una ciudad y brotan en pantalla hoteles y sitios turísticos...

En cierta forma, quedamos atrapados en la red. Sus formas de controlarnos son sutiles, invasivas. Y difícilmente podemos des-atraparnos. Toda nuestra actividad en red queda grabada, archivada sin nuestro permiso. Y, transformada en megadatos, vendidos al mejor postor, que los utilizará como oro fino para sus negocios.

Habría que hablar también de la manipulación de nuestras conciencias. Es ya de dominio público cómo poderosos países tratan de influir en los procesos democráticos de una tercera nación mediante las famosas “fake news”. Surge, entonces, la duda de si la información que se vende en la red es tan confiable como ingenuamente se podría pensar.

El caso del Brexit y Cambridge Analytica

La periodista inglesa Carol Cadwalladr descubrió en 2016 las tácticas que se hicieron a través de Facebook para manipular la opinión pública durante la votación de la salida del Reino Unido de la Unión Europea y advierte que éstas formas se pueden replicar en todo el mundo.



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