plrivacidad Se suponía que las redes sociales significarían un avance espectacular y casi mágico en el cultivo de las relaciones humanas. Y, de hecho lo son cuando se utilizan sabiamente.



El problema es cuando se convierten en instrumento invasivo en las vidas ajenas, amenazando o destruyendo la intimidad.
Muchas personas no resisten la tentación de exponer sus propias vidas como espectáculo de masas. Creen ingenuamente que así se harán “famosos”, volviéndose más bien objeto de morbo para masas anónimas.

Y la privacidad se vuelve un bien escaso. La tecnología permite espiar la vida privada de las personas o vigilar su comportamiento ordinario. De aquí a llegar a controlar la vida de los otros es un pequeño paso, si no es que ya se está dando... y a escala escalofriante.

Sin que ni siquiera lo sospechemos, es altamente probable que seamos objeto de miradas indiscretas invisibles que hurgan en nuestra intimidad, desnudan nuestros comportamientos más reservados y los divulgan irresponsablemente. Todo en el marco del anonimato.

La consecuencia más dolorosa es el respeto propio hecho pedazos. Cuántos jóvenes y niños se suicidan al verse víctimas del escarnio público.

Falta de respeto es también el jugar con la dignidad del otro: sentirse desplazado del grupo, ignorado o que invadan su vida privada.

The social dilemma

Expertos en tecnología de Silicon Valley hacen sonar la alarma sobre el peligroso impacto de las redes sociales, que la gran industria tecnológica utiliza para manipular e influir.

La película aborda hábilmente una causa subyacente de problemas de salud mental de los adolescentes, desinformación desenfrenada y polarización política.


Otros artículos:


Compartir