Misioneros salesianos 2017.- Turín, septiembre 2017.- El domingo 24 de septiembre, desde la Basílica de María Auxiliadora en Turín, 22 Salesianos de Don Bosco y 15 Hijas de María Auxiliadora (FMA) recibieron la Cruz Misionera y partieron como misioneros a sus respectivos destinos.

Los misioneros salesianos llegaron a este encuentro después de 24 días de preparación a través del curso de orientación misionera, realizado en Roma, en la Casa Generalicia, y luego finalizaron conociendo los lugares Salesianos. Las FMA, por su parte, celebraron este año el 140° aniversario de la Primera expedición misionera, que partió en 1877 hacia el Uruguay.

Presidió la Celebración Eucarística el Rector Mayor de los Salesianos, P. Don Ángel Fernández Artime, flanqueado por la Madre General de las Hijas de María Auxiliadora, Madre Yvonne Reungoat, y rodeado por numerosos concelebrantes, entre ellos Mons. Gaston Kashala Ruwezi, Obispo de Sakania-Kipushi, de la República Democrática del Congo.

“Realmente el mundo salesiano se encuentra en esta Basilica... Demos gracias al Señor que nos acompaña por medio del Espíritu. Muchas veces solo comprendemos las cosas y las realidades con el tiempo” - dijo en la celebración el Rector Mayor.

“Hoy celebramos el 148° años del envío misionero, tan bello y auténtico como el primer envío realizado por Don Bosco y Madre Mazzarello, - continuó en su homilía -. 148 envíos consecutivos que nunca se han dejado sin esta fecha y los envíos misioneros, ni siquiera durante los años de las dos guerras mundiales. Esto nos habla de una realidad que va más allá de los humano”.

El P. Á. F. Artime ha deseado indicar a los nuevos misioneros la experiencia misionera del Padre Tom Uzhunnalil, un misionero que se mantuvo fiel a Dios y a su misión en Yemen, durante el período de servicio normal, como durante la extraordinaria experiencia del secuestro. Finalmente el Rector Mayor recordó a los misioneros la importancia de ser llamados a compartir la vida con las personas, sin pretender estar en un lugar para enseñar como expertos. Hizo hincapié en la dimensión misionera de la Congregación Salesiana y que continúa siendo una opción fundamental de la Congregación. “Sin los misioneros muchos de nosotros no estaríamos aquí” - dijo.

Por último, acompañado por la oración de todos los presentes, entregó la Cruz Misionera a todos los salesianos; y la Madre Reungoat hizo lo mismo con las misioneras FMA. Todos fueron enviados al mundo para anunciar y vivir el Evangelio de Jesús con el carisma de Don Bosco.

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