P. Juan Tardivo sdv. QDDG. El domingo 22 de octubre de 2012, Jornada Mundial de las misiones, murió en la Ciudadela Don Bosco, en El Salvador, el P. Juan Tardivo, salesiano. Tenía 98 años de edad, 78 de profesión religiosa y 68 de ser sacerdote.

Fue un misionero a quien Dios llama a su reino en el día de las misiones. Había dejado su casa, patria y familia para venir a nuestras tierras a trabajar por los jóvenes siguiendo las huellas del proyecto apostólico de Don Bosco.

El Padre Juan nació en Cúneo, Italia, en 1914. En los primeros años de seminario pidió ser enviado a las misiones. Sus superiores lo enviaron a la provincia salesiana de Centro América en 1932. Hace su noviciado en Ayagualo, El Salvador. En 1939 hace su profesión perpetua en Masaya, Nicaragua. Hizo sus estudios filosóficos y teológicos en Ayagualo, El Salvador y recibió la ordenación sacerdotal en Santa Tecla en1943.

El Señor bendijo a la familia de José Tardivo y María Ghibaudo, sus padres, con seis hijos sacerdotes. Tres de ellos ya están en el paraíso: Padre Pedro, que murió en Argentina, P. Miguel, en Guatemala y P. Juan en Soyapango. Quedan sus hermanos P. José y P. Severino, que trabajan en Chile, y su otro hermano Agostino, que trabaja en Alejandría, Egipto. Su sobrina Carmela es religiosa Hija de María Auxiliadora y se encuentra en Turin. Todos han sido excelentes misioneros que han entregado generosamente sus vidas por la causa del evangelio.

Su ministerio sacerdotal lo ejerció en varias ocasiones como profesor y director del seminario salesiano de Ayagualo. Desempeñó con gran espíritu de responsabilidad el delicado cargo de maestro de novicios. Se le recuerda con mucho cariño por su servicio sacerdotal en el Colegio Santa Cecilia, en la Parroquia María Auxiliadora, en el Instituto Técnico Ricaldone y en Ciudadela Don Bosco. Trabajó como confesor y director espiritual en Ciudad de Guatemala, en Masaya Nicaragua, en Basilica Don Bosco Panamá y en Cartago Costa Rica. En otras de nuestras obras se desempeñó como consejero escolar, director, catequista y director espiritual.

La Eucaristía ha sido el centro de su vida sacerdotal, en ella encontró la razón de ser de su existencia. En sus últimos años concelebraba la eucaristía en la capilla de la comunidad salesiana o en la comunidad parroquial. El Pan de vida, único y partido, y distribuido entre los fieles como alimento de vida, es el gran misterio y la más alta cumbre, a la que el sacerdote ha sido invitado y guiado por la gracia, para participar de ella con Cristo.



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