banner noticias honduras

Jueves de Corpus en Comayagüela. Comayagüela, junio 2018.-   La festividad de Corpus Christi es una oportunidad para una conversión personal, sobre todo considerando dos aspectos importantes para nuestra vida cristiana: Jesús se hace cercano, se hace carne, se hace pan, se hace “comestible”. Y, como consecuencia, es necesario preguntarnos cuánto le amamos y con cuánta devoción nos acercamos al misterio de la Eucaristía.

 

Ante esa realidad, y celebrando el amor infinito de Jesús hacia nosotros, la comunidad de la Parroquia María Auxiliadora organizó la procesión del Corpus Christi por las principales calles de la zona. El sol, las “honduras” y el hecho de que el día anterior se haya participado en el Corpus Christi del Decanato, no fueron impedimento para que se congregara un numeroso grupo de feligreses que, siguiendo a Jesús en su caminar, se acercaron con devoción y amor implorando bendiciones. Durante el recorrido, se tuvo la oportunidad de orar en diversas estaciones, por las familias, por la paz, por los enfermos -ofreciendo el Sacramento de la Unción a más de cincuenta enfermos-, por los jóvenes – en las canchas del Oratorio -, por los jóvenes estudiantes y becados. La procesión estuvo amenizada con cantos alusivos a la Eucaristía, y el rezo del Rosario.

La procesión terminó en el templo parroquial con la celebración de la Misa, presidida por el párroco, el P. Guido Maroto y concelebrada por el vicario parroquial, el P. Ovidio Tubac. La prédica se centró en la importancia de considerar a Jesús como el centro de la propia vida; un Jesús que se hace presente en la cotidianidad y nos pide continuamente amar más a quienes nos rodean, sobre todo a quienes nos hacen daño. La misa, animada por el grupo de Infancia y Adolescencia misionera, fue vivida con la solemnidad del caso y la participación de una gran cantidad de personas. Terminada la Eucaristía se dio paso al bautismo de tres niños.

Se convierte, entonces, en una invitación para acercarnos de mejor manera a la Eucaristía y dejar a Jesús que camine “en las calles de nuestra vida”.

Compartir