Granada, mayo 2016.-   El 24 de Mayo es más que una fiesta en Granada: es una solemnidad.  Desde tempranas horas, cientos de fieles  se congregaron en la capilla del Colegio Don Bosco  para alabar las grandezas del Señor.

A las  10 de la mañana Mons. Jorge Solórzano Pérez, Obispo de la Diócesis de Granada presidió la Santa Eucaristía en honor a María Auxiliadora acompañado de sacerdotes Salesianos y diocesanos.  Durante su homilía expresó que “todo aquel que acude a la Santísima Virgen jamás queda defraudado. Nunca tengamos miedo en pedir su ayuda” dijo. 

El templo se estremecía al escuchar los hermosos himnos dedicados a la señora del cielo, los fieles los entonaban con gran fervor. El mercado municipal recibió una visita muy especial la imagen peregrina de María Auxiliadora les acompañó durante el día llevando bendición y paz. 

A las tres de la tarde inició la tradicional procesión de ofrendas. Las calles de la ciudad fueron tomadas por gente humilde y trabajadora que con el sudor de su frente y gran sacrificio trabajan día a día por llevar sustentos a sus hogares y aún con lo poco que tienen le regalan a la Virgen lo que pueden: Escobas, frutas, verduras, gallinas, canastos entre otras cosas. La imagen fue colocada en una hermosa carroza que recordaba el tema de la novena: "María, madre de misericordia".

Niños y niñas iban vestidos con trajes típicos; muchos bailaban, cantaban y disfrutaban de esta fervorosa y festiva procesión. Una celebración digna y única para honrar a la Reina del Cielo y Auxilio del pueblo cristiano.

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