Las relaciones de Juan con su madre en la niñez  fueron constructivas. ¿Cómo afectó al desarrollo psicológico de Juan la pérdida del padre en su niñez? La ausencia de un padre en la niñez y adolescencia se considera un serio obstáculo en el desarrollo psicológico del niño. La pérdida en Juan se vio agravada por la situación en que se encontró la familia presidida por Margarita. La madre tuvo que entregarse a largas jornadas de trabajo en el campo, lejos de la casa para poner la comida en la mesa de una familia, que incluía la suegra enferma. Tuvo que luchar durante dos años con la sequía y la hambruna y, después, con más días de pobreza y dificultades, sin mencionar todos los otros problemas y presiones. La abuela Margarita Zucca vigilaba a  los chicos, pero una abuela no puede sustituir a una madre.


Además, se dice, la pérdida de un padre nunca puede compensarse con la presencia de la madre, no importa lo entregada y capaz que sea. No hay duda de que Margarita consiguió proporcionar sereno apoyo y guía segura por la comprensión instintiva de la situación, sus recias creencias religiosa, sus fuertes principios y sus seguras elecciones. Por otro lado, la buena imagen que tenga la madre del padre y que da y hace presente al niño, puede proporcionar una compensación substancial. Que este era el caso, se puede adivinar por el hecho de que Juan desde la infancia dio muestras de una valentía inusual y un autodominio, acompañado de un sentido de la realidad, del deber y sacrificio personal. Tales rasgos evidencian la presencia constructiva de la madre.

Margarita jugó un papel clave como madre en otra importante área. En la primera infancia, así lo dicen los psicólogos, el niño necesita una persona adulta con quien relacionarse. Normalmente es la madre. De este modo, las relaciones del niño con su madre determinan el sentido de sí mismo y sus relaciones con el mundo exterior.

Hay señales claras de que las relaciones de Juan con su madre en la niñez fueron ¨constructivas¨. El instinto maternal de Margarita ayudó a Juan a progresar hacia su desarrollo normal y a su madurez. Juan desarrolló un fuerte ego, autoconfianza y capacidad de relacionarse con los demás. Nunca aparece deprimido o retraído, sino más bien dotado de una personalidad fuerte, reflexiva, activa y feliz. Pasajes de sus propias Memorias lo testifican, como cuando habla de su ascendencia entre los compañeros, e incluso entre los adultos, o de su habilidad para divertir, como juglar o atleta.

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