Feligreses, amigos y familia salesiana le dieron la bienvenida al santo de la juventud. Perú, Arequipa, marzo 2010.-  El 17 de marzo, después de haber recorrido en peregrinación, el país de Bolivia,  el Inspector padre Juan Pablo Zabala entregó la urna a los salesianos del Perú, en la persona del padre Inspector Don Vicente Santilli y la comitiva de salesianos peruanos que la recibieron para continuar su recorrido por los países andinos.

La urna de Don Bosco ingresó a la  plaza de Armas de Puno donde cientos de personas, de todas las edades,  estaban apostadas durante el trayecto a la espera de recibir  al santo de los jóvenes. Hizo su ingreso a la Catedral donde se celebró una misa presidida por el Obispo de Puno Monseñor Jorge Carrión Pavlic. Después el Alcalde de Puno, Luis Butrón Castillo, entregó la medalla de la ciudad a San Juan Bosco, acto realizado durante la ceremonia religiosa. Al final de la ceremonia la urna de Don Bosco continuó con su peregrinaje hacia el Cusco.

El 20 de marzo llegó a Arequipa, a la Basílica Catedral, donde Mons. Javier Del Río Alba, Arzobispo de Arequipa, da la bienvenida a las reliquias de San Juan Bosco. Después de saludar a más de 800 fieles, entre ellos los miembros de la Familia Salesiana, devotos y autoridades de la ciudad, Mons. Del Río, señaló que San Juan Bosco, es el ejemplo de cómo descubrir una vocación en el diálogo e intimidad con Dios, haciendo el bien y sobre todo poniéndose a su disposición.

Culminada la celebración Eucarística, caracterizada por una gran solemnidad y alegría, la Congregación Salesiana recibió el Diploma de la Ciudad por sus 150 años de presencia, y la Medalla de Oro, a San Juan Bosco, de manos del Alcalde Provincial, Lic. Simón Balbuena.

Miles de fieles, entre niños, jóvenes, adolescentes, adultos y ancianos, en forma continua el 20 y  21 de marzo, pasaron ante la urna del querido amigo de Dios: Juan Bosco, agradeciendo su visita y solicitando sus gracias. En tanto otro nutrido grupo de miembros de las diferentes realidades salesianas, como jóvenes, damas, estudiantes, docentes, entre otros, animaron, con oraciones y cantos, cada hora de la noche, madrugada y durante el día.

La emocionante y agotadora jornada, culminó con la Eucaristía de despedida, que presidió el padre Jorge Atarama, Vicario Inspectorial,  ante una multitudinaria asamblea que con inmensa alegría entonaba las conocidas melodías salesianas en honor de su querido Padre Bosco.

Finalmente, el vehículo oficial que traslada la urna del Santo, se abrió paso entre la muchedumbre, que se organizó para darle paso y tributarle un último y  agradecido adiós. 

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