Venezuela recibió a Don bosco con gran emoción. Venezuela, Caracas, junio 2010.-  Para el país de Venezuela el recorrido de la Urna de Don Bosco ha dejado un gran recuerdo y un grande compromiso. Como testimonio una carta de la Directora de la Oficina Interinstitucional del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho.

En una carta dirigida al Rector Mayor de los Salesiano, don Pascual Chávez Villanueva, la directora de Relaciones Interinstitucionales del Vicariato Apostólico de Puerto Ayacucho, la señora Esperanza, el 20 de junio ha manifestado el agradecimiento por la peregrinación de la urna de don Bosco en Venezuela, “para todos nosotros, ha sido una vivencia única” y tomando sus palabras  del discurso de Clausura del Capítulo 26: “un primer paso para volver a partir de Don Bosco”.

Todos los momentos han sido impactantes, exquisitos; la directora cita tres jornadas que para ella, por ser tan cercanos le dejaron un gran significado. He aquí el texto:

Duaca, donde el pueblo y todas las comunidades vecinas se volcaron a la calle. Jóvenes y niños de Bella Vista, Cacho de Venado, Calle Nueva, Casacoima, La Constancia, La Pica,  Menca de Leoni, Perarapa, La Cruz, La Orqueta, La Línea, Licua, El Paují, El Toro, El Frío I, El Frío II, La Esperanza, Limoncito, Moroturu, Padre Oreni I, Padre Oreni II, San Juan, Sabanita, Tucuragua, Tinajita. La emoción contenida por la espera, las palabras del Párroco, las familias. Todo demuestra que hay una propuesta para los jóvenes de esa región y es la presencia salesiana.

Amazonas, de donde no quería irse, porque el avión no llegaba, visitó escuelas, visitó barrios, los indígenas le tuvieron y le miraban de cerca. Allí el acogimiento, el compartir, revelaban signos de identidad salesiana. Retomo de nuevo sus palabras en el discurso de Clausura del Capítulo 26: “Hemos insistido en este Capítulo que es absolutamente indispensable contemplar a Don Bosco, amarlo, conocerlo e imitarlo, para descubrir sus motivaciones más profundas y atrayentes, aquellas de las que obtenía la energía que le hacía trabajar por los jóvenes incansablemente; sus convicciones más sólidas y personales, que lo llevaban a no echarse atrás, que, más bien, lo hacían fascinante y convincente; sus objetivos definidos y claros, que le hacían ir adelante, con una sola causa por la que vivir: ver felices a los jóvenes aquí y en la eternidad”.

La Dolorita: un verdadero poema. En el boletín 22, publicado por la comisión de comunicación la llaman “LA ZONA BLANCA” para don Bosco. Allí nadie se quedó en sus casas, de todas las comunidades aparecían las familias enteras. Fue una verdadera tarde de fiesta, de alegría, de renovación espiritual. Todos querían tocar la urna. Y todos lo hicieron.

Padre Pascual, la resignificación de la presencia salesiana entre los jóvenes se ha puesto de manifiesto en la confrontación con la cultura de los jóvenes de estas zonas. La respuesta de ellos ante el encuentro con la reliquia de don Bosco, con una altísima Espiritualidad juvenil vislumbró en forma expresa que el sueño Misionero del Santo de la Juventud es una realidad.

El Cardenal Jorge Urosa Savino, Arzobispo de Caracas, en la Eucaristía de Clausura, ha declarado en forma pública que Don Bosco en Venezuela era el Embajador de Jesucristo, que vino a renovar nuestra fe en Jesús y esto se debía expresar en una vida santa, en la entrega por los demás, por los jóvenes. Palabras muy acertadas, que culminaron con un grandísimo aplauso por más de un minuto, de todos los feligreses para don Bosco y los salesianos.

De nuevo, muchas gracias don Pascual, por este regalo maravilloso que nos ha dado.

Elevo una petición a la Virgen de Guadalupe, para que le fortalezca en la cotidianidad, y para que la Obra de don Bosco siga brillando con luz propia.

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