El año del Señor de mil ochocientos cincuenta y nueve el dieciocho de Diciembre en este Oratorio de S. Francisco de Sales en la habitación del Sacerdote Giovanni Bosco a las 9 horas de la noche se reunían él mismo, el Sacerdote Vittorio Alasonatti, los seminaristas Angelo Savio Diácono, Michele Rua Subdiácono, Giovanni Cagliero, Gio Battista Francesia, Francesco Provera, Carlo Ghivarello, Giuseppe Lazzero, Gioanni Bonetti, Gioanni Anfossi, Luigi Marcellino, Francesco Cerruti, Celestino Durando, Secondo Pettiva, Antonio Rovetto, Cesare Giuseppe Bongiovanni, el joven Luis Chiapale, todos ellos con el fin y deseo de promover y conservar el espíritu de verdadera caridad que se requiere en la obra de los Oratorios para la juventud abandonada y en peligro, que en estos calamitosos tiempos viene seducida de mil maneras con daño para la sociedad y precipitada en la impiedad y la irreligión.

 

Así pues, complació a los mismos Congregados erigirse en Sociedad o Congregación que, teniendo como intención la ayuda mutua para la santificación de la propia alma, se propusiese promover la gloria de Dios y la salvación de las almas, especialmente de las más necesitadas de instrucción y de educación, y aprobado de común acuerdo el proyecto propuesto, hecha una breve oración e invocada la luz del Espíritu Santo, procedían a la elección de los Miembros que debían constituir la dirección de la sociedad para ésta y para nuevas Congregaciones si a Dios le agradare favorecer su incremento.

 

Rogaron, por tanto, unánimes al iniciador y promotor a que aceptase el cargo de Superior Mayor como era del todo conveniente, el cual, después de aceptado con la reserva de poder de nombrar al prefecto, y dado que ninguno se opuso, manifestó que le parecía que no debía remover del cargo de prefecto al que esto escribe que hasta ahora tenía ese cargo en la casa.

 

Se pensó, pues, inmediatamente en el modo de elección de los otros Socios que cooperan en la Dirección, y se convino en adoptar la votación con sufragios secretos como la forma más breve para constituir el Consejo, que debía estar formado por un Director Espiritual, el Ecónomo y tres consejeros además de los dos cargos referidos.

Y hecho Secretario para este fin el que esto escribe, afirma que ha cumplido fielmente el encargo recibido de común acuerdo, atribuyendo el voto a cada uno de los Socios según venía nombrado en la votación; y, por tanto, que había resultado en la elección de director Espiritual por unanimidad la designación del Seminarista Subdiácono Michele Rua que no se negaba. Lo que repetido para el Ecónomo, salió y fue reconocido el Diácono Angelo Savio, que prometió igualmente asumir su encargo correspondiente.

 

Quedaban todavía por elegir los tres consejeros; para el primero de los cuales, hecha la votación como se suele, resultó el seminarista Giovanni Cagliero. De segundo consejero salió el seminarista Gio Bonetti. Para el tercero y último, habiendo salido iguales los votos a favor de los seminaristas Carlo Ghivarello Carlo y Francisco Provera, hecha otra votación, la mayoría resultó para el seminarista Ghivarello, y así se constituyó definitivamente el cuerpo de administración para nuestra Sociedad.

 

Este hecho, como se ha expuesto aquí en su conjunto, se leyó en la Reunión de todos los citados Socios y cargos nombrados por ahora, los cuales, constatada su veracidad, indicaron concordes que se conservase el original, para cuya autenticidad firmaron el Superior Mayor y como Secretario.

Sac. Bosco Giovanni.

Alasonatti Vittorio Sac. Prefecto

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