ADMA logo La Asociación de María Auxiliadora es un itinerario de santificación y apostolado según el carisma de Don Bosco.

El origen de ADMA está directamente relacionado con la Basílica de María Auxiliadora en Turín. La Asociación de Devotos de María Auxiliadora, el segundo grupo fundado por Don Bosco, se erigió canónicamente en el santuario de Valdocco el 18 de abril de 1869, con el objetivo de “promover la veneración del Santísimo Sacramento y la devoción a María Auxiliadora”. En 1870, el beato Pío IX lo elevó a una archicofradía y lo enriqueció con beneficios espirituales.

En 1988, se renovó y se convirtió en una Asociación de María Auxiliadora (ADMA). Un reconocimiento significativo vino del 24 ° Capítulo General de los Salesianos en 1996, que afirmó: “Don Bosco también dio vida a la Asociación de Devotos de María Auxiliadora, con compromisos accesibles para la mayoría de las personas simples, en la espiritualidad y misión de la Congregación”.

Para los miembros de ADMA, confiar en María se traduce en “vivir la espiritualidad de la vida cotidiana con actitudes evangélicas, en particular con acción de gracias a Dios por las maravillas que realiza continuamente, y con fidelidad a él incluso en el ahora de dificultad y de la cruz, siguiendo el ejemplo de María”.

ADMA es el único grupo de la Familia Salesiana que, debido al vínculo singular con el santuario de María Auxiliadora, tiene su sede oficial e histórica en Turín. Cada grupo local expresa una comunión especial de diálogo y solidaridad con el Santuario de María Auxiliadora en Turín-Valdocco y con la Primaria allí erigida, a través de un acto de agregación. Actualmente hay alrededor de 700 grupos agregados.

El propósito principal de ADMA es “promover la veneración del Santísimo Sacramento y María Auxiliadora“. “Confía todo en Jesucristo sacramentado y en María Auxiliadora y verás lo que son los milagros.” (Don Bosco a los primeros misioneros).

La adhesión personal a la Asociación implica los siguientes compromisos:

  • Mejorar la participación en la vida litúrgica,
  • Vivir y difundir la devoción a María Auxiliadora según el espíritu de Don Bosco.
  • Imitar a María cultivando en su familia un ambiente cristiano de bienvenida y solidaridad.
  • Practicar la solicitud por los jóvenes más pobres y necesitados.
  • Colaborar en la vida parroquial y en la misión salesiana.
  • Orar y apoyar, especialmente en la Familia Salesiana, vocaciones laicas, consagradas y ministeriales.
  • Vivir la espiritualidad de la vida cotidiana con actitudes evangélicas en la escuela de María: obediencia a la voluntad de Dios.
  • Acción de gracias a Dios por las maravillas que realiza continuamente. Fidelidad a Él incluso en el momento del juicio y la cruz.

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