Voluntariassalesianas En 1917 un grupo de jóvenes oratorianas de las Hijas de María Auxiliadora de Turín expresaron el deseo de consagrarse a Dios en el mundo.

Querían ser como Hijas de María Auxiliadora, pero manteniéndose en las realidades de su propio ambiente: trabajo, profesión, familia, comunidad, sociedad, apostolado.

Con la ayuda del Beato Felipe Rinaldi la Asociación de “Celadoras de María Auxiliadora” comienza a existir el 20 de mayo de 1917.

Don Rinaldi captó que el deseo de ellas tres coincidía con el deseo de Don Bosco de tener personas consagradas insertas en las realidades del mundo, viviendo el espíritu salesiano.

Treinta años más tarde, el 2 de febrero de 1947 la iglesia reconoció “oficialmente” el nacimiento de los Institutos seculares, como una nueva forma de entrega total a Dios a través de la consagración secular.

Quedo claro así que los Institutos seculares son una forma nueva y distinta de entrega total a Dios. Es una nueva vocación que el Espíritu Santo ha suscitado en la Iglesia: laicos consagrados seculares.

El 6 de enero de 1956, la iglesia reconoció oficialmente la Pía Asociación laical de las Celadoras de María Auxiliadora, dándosele el nombre de Cooperadoras Oblatas de San Juan Bosco.

En 1959, después de una consulta realizada a todas las cooperadoras, acordaron tomar el nombre de Voluntarias de Don Bosco.

Hoy en día las Voluntarias de Don Bosco están presentes en 57 países organizadas en 26 regiones.

Cuentan con la Asistencia espiritual de los salesianos de Don Bosco.

Las Voluntarias de Don Bosco son laicas consagradas que, en respuesta al amor de Dios, ofrecen su vida como don total, para una mayor disponibilidad a los hermanos.

Viven solas o en familia, pero están unidas por la conciencia de compartir la misma misión en el mundo y el sentido de pertenencia al Instituto y a la Iglesia.

Por elección vocacional, viven en el mundo, contribuyendo a su santificación desde dentro. Comparten las fatigas de la humanidad y se hacen solidarias en la construcción de un mundo más justo y más humano.

Inmersas totalmente en las realidades terrenas, realizan diversas actividades profesionales a fin de hacer presente el amor de Dios en los ambientes donde el Señor las va colocando.

Las VDB no manifiestan su condición de consagradas en el mundo; viven la reserva para poder actuar con mayor libertad y eficacia, sobre todo en ambientes particularmente difíciles o de frontera.

La reserva les permite cumplir su misión secular de testimonio evangélico en los ambientes en los cuales la presencia religiosa explícita es condicionada y obstaculizada por prejuicios. Está orientada a la efectividad de su misión.

  • Requisitos para la admisión al Instituto Voluntarias de Don Bosco
  • Ser soltera, entre 21 y 40 años.
  • No haber profesado en otros institutos de vida apostólica.
  • Tener salud, tiempo y libertad suficiente para poder comprometerse en las obligaciones del Instituto.
  • Poseer una madurez psicológica y afectiva de acuerdo con la propia edad y situación de vida.
  • Estar dispuesta a desarrollar la propia cultura.
  • Estar orientada a la vida apostólica en la secularidad consagrada.
  • Poseer suficiente autonomía económica de acuerdo con el propio estado.

 

 

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