ANS_Image España, Madrid, agosto 2011.-  “El mensaje  salesiano de esta JMJ lo están dando los jóvenes del MJS” afirmó Don Pascual Chávez, Rector Mayor de los Salesianos, visitando el stand de la Familia Salesiana situado en el parque del Retiro de Madrid.



“Son realmente ellos los testimonios vivos del carisma de Don Bosco” agregó en la conferencia de prensa. “El Movimiento Juvenil Salesiano está mostrando una inmensa fuerza de agregación. Eventos como aquel del día miércoles en la noche (en Atocha, donde más de 7.000 jóvenes provenientes de todo el mundo participaron en la vigilia de oración y adoración;) demuestran que cosas son capaces de hacer”.

La conciencia de las capacidades que el MJS está realizando va a pasos de gigante. Hace tres años en Sydney la representación, también por razones logísticas, era muy reducida. Este año en Madrid es inmensa la participación. “En Río de Janeiro, donde será la próxima cita de la JMJ” declaró el Rector Mayor,  el desafío es mucho más alto”.  

Una delegación de jóvenes madrileños entregó a Don Chávez un regalo de un Icono de María con el niño Jesús rodeada de los ángeles. Una obra preciosa que suscitó la admiración del Rector Mayor” “Es un don significativo que revive la fuerza que asegura la presencia de María en la vida salesiana”.

Por el stand preparado por el Centro Nacional de Pastoral Juvenil Español, han pasado muchos jóvenes. Toda una vía del Parque del Retiro está dedicada al tema de las vocaciones, con los stands de diversas congregaciones religiosas y movimientos. “Todos conocen a Don Bosco, no debemos hacer grandes introducciones” explica el padre Koldo Gutiérrez, coordinador de este servicio, “por lo tanto las preguntas son directas. Nos preguntan, a los Salesianos y Cooperadores, cómo nació nuestra vocación y qué significa en nuestra vida”.

La intensidad de la JMJ está haciendo un llamado constante a seguir a Cristo. El Rector Mayor de los Salesianos está todavía emocionado del gran silencio que los 7.000 jóvenes de Atocha supieron regalarse mutuamente durante la vigilia de ayer en la noche: “increíble cómo fueron capaces de pasar de la expresión artística a la meditación espiritual, del ruido – típico de la fiesta – a la concentración profunda y extensa bajo la mirada del Señor”. Este ha sido, entre tantos, uno de los modos para que los jóvenes sean evangelizadores de sus coetáneos y de los adultos que quieran acercarse en su crecimiento”.

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