El Blog de Javier. Imagen disponible en linea. Eyyy!!

¿Alguna vez has sentido en tu corazón que Dios te pide que le ayudes a construir una Civilización del Amor?

Es muy probable que te haya pedido:

… dinero para que hagas una ofrenda generosa y apoyar una obra de caridad.

… los libros que ya no usas para ayudar a aquellos que quieren estudiar pero no tienen la posibilidad de comprarlos.

… tu ropa para vestir al que está desnudo.

… tu comida para compartirla con el que pasa hambre.

Quizás se haya atrevido incluso pedirte tu tiempo para que lo dones como colaborador, animador, catequista, en una parroquia, oratorio, centro juvenil, o en un coro…

Eso me hace recordar el texto de Mc 1,16 en el que se narra que mientras Jesús iba caminando a la orilla del mar de Galilea, vio a dos hermanos que echaban las redes en el agua, porque eran pescadores.

Puede ser que Jesús haya caminado a la orilla del mar de tu historia y te haya visto en medio de tus compromisos diarios. Él te miraba amorosamente mientras estabas en la oficina, mientras ibas al trabajo, en el colegio, cuando estudiabas o acompañabas a tu mamá al médico, mientras ibas de arriba para abajo… y todo esto sucedía incluso sin que te dieras cuenta que estabas siendo visto por el Maestro.

Pero llega el momento en el que las miradas se cruzan. Te percatas de que Jesús te observa de lejos. Quieres retomar tus quehaceres, pero resulta difícil volver a concentrarte en lo que hacías pues Jesús empieza a acercarse. Llega hasta donde tú estás, pone su mano sobre tu hombro, pronuncia tu nombre y te hace una invitación que te deja sin aliento: ¡SÍGUEME!

El texto del evangelio continúa: “Jesús les dijo: ‘síganme, y yo los haré pescadores de hombres’ Inmediatamente, ellos dejaron las redes y lo siguieron.” (Mc 1,17-18)

Es como si a Jesús no le bastara haberte pedido tu dinero, tus libro, tus pertenencias materiales o tu tiempo.

Ha llegado el momento en el que Jesús te pide:

… tus padres y hermanos,

… tus amigos,

… tus planes y proyectos,

… tu salud

… tus cualidades

… tu vida entera

Porque Dios no quiere tus cosas. Dios te quiere a ti.

El pasado 18 de diciembre 2010, cuatro jóvenes hicieron sus votos de pobreza, castidad y obediencia en la Congregación Salesiana. El próximo 24 de enero 2011, un grupo de muchachas harán también sus votos de pobreza, castidad y obediencia en la Congregación de las Hijas de María Auxiliadora.

¿Alguna vez has pensado en seguir a Jesús como religiosa o como sacerdote?

Compartir