Nino Se llamaba Antonino. Nino para los amigos. Nino Baglieri.

Era peón de albañil. A los 17 años se cayó de un andamio de 17 metros. Un metro por cada año. Era el 6 de mayo de 1968, fiesta de Domingo Savio.

Durante dos años su familia buscó su curación en hospitales. Nada que hacer. Quedaría tetrapléjico para siempre. Solo podía mover la cabeza. Propusieron a su madre: basta con una simple inyección.
–Mientras yo viva lo cuidaré –respondió ella.

Durante diez largos años, Nino vivió el infierno. No quería ver a nadie. Rompió con el mundo. Pero un día, el Viernes Santo de 1978, aceptó que un grupo de oración viniese a su casa para rezar por él.
–He sentido un calor que invadía mi cuerpo. Una nueva fuerza entraba en mí y salía algo viejo. He aceptado mi cruz y he dicho sí al Señor –Sabe que no habrá curación física, pero sí una curación del espíritu.

Su vida cambia. Lee los Evangelios, luego la Biblia. Descubre que puede escribir con la boca. Y que puede hacer y recibir llamadas de teléfono.
Con la ayuda de su familia y amigos, Nino convirtió su casa en un hogar de vida y de amor.

Y gracias a la furgoneta de su cuñado Pablo, viajó por Italia. Con su presencia física en su silla de ruedas, con sus llamadas telefónicas, con sus cartas, con sus poesías (que leía en Radio Módica) cambió la vida de muchas personas.

Fue dando pasos en el compromiso en la Familia Salesiana: Salesiano Cooperador, Voluntario con Don Bosco. Su testimonio valiente de Don Bosco, de María Auxiliadora, de Domingo Savio, del Resucitado, hicieron de Nino un punto de referencia mucho más allá del ambiente salesiano: seminaristas, sacerdotes, religiosos, obispos, cardenales, el papa Juan Pablo II.

Nino quería ser santo. Al final, muy cansado, aceptó la invitación del padre Pascual Chávez para dar un último testimonio del Dios que ama la vida. Pidió que lo enterrasen con un pants blancos y zapatillas de deporte. Quería correr por el cielo, quería ser un atleta de Dios en silla de ruedas.
–Allá arriba, no me dejen sin trabajo –dijo.
José Antonio Hernández

 

 

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