Delegación salvadoreña. España, Madrid, agosto 2011.- En vísperas del inicio de la JMJ, las obras salesianas de Madrid ultiman preparativos y empiezan a recibir a los primeros peregrinos. Entre ayer y hoy llegarán a nuestras casas los más de 6.000 jóvenes del MJS que acuden a esta cita de la Iglesia universal.

 

El domingo, ya empezaba a haber movimiento entre los equipos de acogida. Los voluntarios de Parla recibían a un primer grupo del MJS Italia y preparaban una agenda con actividades y sugerencias para estos días. Los voluntarios de la parroquia y del Centro Juvenil “Juveliber” se encargan, en esta localidad madrileña, de atender a 450 peregrinos italianos que estarán alojados en 2 polideportivos cercanos. Lo mismo les ocurre a los voluntarios de la obra salesiana de Estrecho que, además de a sus peregrinos del MJS, asistirán también a los que se alojan en el IES Virgen de la Paloma, en el mismo barrio.

 

La jornada de ayer fue un día ajetreado en el que, en general, se trabajó mucho y se durmió poco. Los Salesianos Cooperadores que forman parte del equipo de acogida de Plaza Castilla, enviaban a esta redacción, a las 2:00 de la madrugada, fotos desde el aeropuerto donde estaban esperando a los jóvenes procedentes de Sicilia. Este grupo llegaba a las 5:00 de la madrugada, con una enferma con 39º de fiebre, cansados y acalorados. De ahí, los peregrinos, directos al saco de dormir. Y los voluntarios, a su cama, pero solo un par de horas, porque a mediodía de hoy debían recibir a otro grupo de jóvenes procedentes de El Salvador.

 

Esta noche ha habido alojamiento en las casas salesianas incluso para quien no lo tenía asignado en nuestras obras. Un grupo de 53 jóvenes de Turquía pernoctaba en Domingo Savio a la espera de que ayer, día 15, pudieran hacerlo en el lugar que se les ha asignado. Y otro grupo de África encontraba alojamiento “improvisado”, por esta noche, en la casa de Atocha.

 

Por otra parte, todos los implicados en la organización del gran encuentro del MJS de mañana miércoles están ya calentando motores en el patio de Atocha. Poco a poco, se levanta el gran escenario, el mostrador de acogida, el bar y los stands, mientras el coro y los presentadores hacen sus últimos ensayos. Todo va estando, pues, casi listo para que empiece la fiesta.

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