JMJ, Flikr. “Arraigados y edificados en Cristo, firmes en la fe” (cf. Col 2,7), éste es el tema que inspira la próxima Jornada Mundial de la Juventud - Madrid 2011.

El Papa Benedicto XVI en su mensaje a los jóvenes afirma que en la cultura actual se tiende a excluir a Dios o a considerar la fe como un hecho privado que no influye en la vida cotidiana. Se constata una especie de “eclipse de Dios”, una cierto olvido, e incluso, un rechazo del cristianismo y una negación del tesoro de la fe.

Para resaltar la importancia de la fe en la vida de los creyentes, el Santo Padre se sirve de tres elocuentes imágenes contenidas en los verbos utilizados por san Pablo en su carta a los Colosenses:

1º arraigados

Evoca el árbol y las raíces que lo alimentan. El árbol está firmemente plantado en el suelo por medio de las raíces que le dan estabilidad y alimento. Pero ¿cuáles son nuestras raíces? El Profeta Jeremías dice: “Bendito quien confía en el Señor y pone en el Señor su confianza: será un árbol plantado junto al agua, que junto a la corriente echa raíces; cuando llegue el calor no lo sentirá, su hoja estará verde; en año de sequía no se inquieta, no deja de dar fruto” (Jer 17, 7-8) Echar raíces significa volver a poner nuestra confianza en Dios. La fe cristiana es una relación personal con Jesucristo. Con su amistad la vida crece y se realiza en plenitud.

2º edificados

Se refiere a la construcción. Así como los cimientos dan a la casa una estabilidad perdurable, así también mediante la fe estamos arraigados en Cristo, y estar arraigados en Cristo significa poner en práctica su Palabra. De hecho, el mismo Jesús utiliza la imagen de la construcción diciendo: “El que se acerca a mí, escucha mis palabras y las pone por obra… se parece a uno que edificaba una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo tambalearla, porque estaba sólidamente construida” (Lc 6, 47-48)

3º firmes

Alude al crecimiento de la fuerza física o moral. En nuestros días hay muchos modos de pensar que quiere apartar a Dios de la vida de las personas y de la sociedad, intentando crear un “paraíso” sin Dios. Pero la verdad es que el mundo sin Dios se convierte en un “infierno”. Me vienen a la mente las palabras de Hebreos 13,9 “No se dejen extraviar por doctrinas complicadas y extrañas”. Hay muchas imágenes de Jesús que circulan y que se hacen pasar por científicas pero no hacen más que confundir. Por eso debemos esforzarnos en adquirir una fe madura, sólida, que no se funda únicamente en un sentimiento religioso o en un vago recuerdo del catecismo de nuestra infancia.

Que la Santísima Virgen María nos ayude a todos a crecer firmes en la fe y en el amor.

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