Santa Tecla, febrero 2025.- La Imprenta Ricaldone celebró un emotivo homenaje en honor a Salvador Calderón, cariñosamente conocido como "Don Chamba", por sus 50 años de trabajo en la institución. El evento, realizado el pasado 14 de febrero, reunió a la comunidad pastoral del Colegio Salesiano Santa Cecilia, colaboradores actuales y antiguos de la imprenta, así como a familiares del homenajeado.
Don Chamba es reconocido por su dedicación, compromiso y espíritu trabajador. Su historia comienza en Santa Ana, pero desde muy pequeño se trasladó con su familia a Santa Tecla, donde forjó su carácter en medio de circunstancias desafiantes. Desde temprana edad, tuvo que trabajar para contribuir con los gastos del hogar, desempeñándose en diversos oficios hasta encontrar su vocación en las artes gráficas.
A los 13 años, Calderón inició su aprendizaje en Fotomecánica en Impresos Centroamericanos. Luego, en 1975, siguiendo la recomendación de sus compañeros, decidió postularse en la Imprenta Ricaldone, donde fue recibido por el hermano Juan Miguel Pacheco. Con el respaldo del hermano Julio Gaitán, fue admitido y comenzó su trayectoria el 14 de febrero de ese año, primero como ayudante en la máquina Roland y posteriormente en Fotomecánica, donde permaneció hasta 2019. Desde 2020, ejerce como Jefe de Prensas.
A lo largo de su carrera, Don Chamba ha sido testigo de la evolución de las artes gráficas, participando en hitos importantes como la incorporación de la primera Cámara de Película Kodak en el Instituto Técnico Ricaldone, la transición al sistema digital CTP y la llegada de nuevas tecnologías de impresión. Además, colaboró en el traslado de la imprenta a Santa Tecla en 1987 tras el terremoto de 1986, contribuyendo al montaje de la maquinaria.
Durante cinco décadas, Calderón trabajó con numerosos salesianos, entre ellos el hermano Pacheco, el hermano Fulvio Azofeifa, el hermano Pedro Chico y el padre Wagner, fundador de la imprenta. En varias ocasiones tuvo oportunidades de retirarse, pero su lealtad a la Imprenta Ricaldone lo mantuvo firme en su labor. Incluso rechazó una oferta para migrar a EE. UU. cuando el hermano Pacheco lo envió a Paitilla, Panamá, a especializarse en Color Avanzado.
Hoy, su legado no solo se refleja en su trabajo, sino también en la continuidad familiar, pues desde 2001 su hijo también forma parte del equipo de la imprenta, compartiendo conocimientos y experiencias con él.
La Imprenta Ricaldone expresa su profundo agradecimiento a Don Chamba por su entrega, fidelidad y alegría a lo largo de estos 50 años, reconociéndolo como un pilar fundamental en su historia.
