San José, Costa Rica.- Sor Ana María Di Fant falleció el domingo 17 de julio, a las 8 horas. Nació en Italia, en una familia muy religiosa. Tenía dos tías monjas y un tío sacerdote franciscano. Llegó a México como misionera procedente de Italia, en el año de 1948, donde fue destinada a la formación de las aspirantes en Morelia.

Allí desplegó todo su ardor misionero para apoyar la reconstrucción de la casa y la edificación de la nueva generación de FMA mexicanas formadas en México, después de la persecución religiosa sufrida de 1926 a 1929. Catorce generaciones de novicias recibieron su sólida y salesiana formación y fueron testigos de su riqueza humana y espiritual.

Llegó a Centroamérica en 1968, región que vivía años convulsos en una compleja realidad de guerrillas comunistas, enormes desigualdades sociales, inestabilidad política y económica y desastres naturales.

Pude acompañarla en su pasión, muerte y resurrección, - cuenta Sor Leslye, inspectora. -Su cama se convirtió en altar. Quienes pudimos estar allí sentíamos una paz que no podíamos expresar con palabras.

No sabía que Madre Maestra tenía una cruz grabada en su pecho, escribió una de sus novicias. Era tanto su amor por el Corazón de Jesús que Él le concedió quedar impreso en su pecho.

La misa de funeral fue celebrada por el Padre Alejandro Maroto.