Imágen de Flickr Leemos en el Evangelio: Mt 19,3-11: 3Se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba:

"¿Es lícito a un hombre repudiar a su mujer por cualquier motivo?". 4Él les respondió: "¿No habéis leído que el Creador, en el principio, los creó hombre y mujer, 5y dijo: "Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán los dos una sola carne? 6De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre". 7Ellos insistieron: "¿Y por qué mandó Moisés darle acta de divorcio y repudiarla?". Él les contestó: 8"Por la dureza de vuestro corazón os permitió Moisés repudiar a vuestras mujeres; pero, al principio, no era así. 9Ahora os digo yo que, si uno repudia a su mujer –a no ser en caso de uniones ilegítimas- y se casa con otra, comete adulterio". 10Los discípulos le replicaron: "Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse". 11Pero él les dijo: "No todos entienden esto, solo los que han recibido ese don.

El matrimonio aparece aquí y en Mateo 5, 31-32, como la unión indisoluble de un varón y una mujer para: a) complementarse mutuamente en la vida por medio del amor (Ver Gn 2,18 y24), y

b) para procrear y educar nuevos seres humanos (Ver Gn 1,28).

Esta misma enseñanza aparece otras tres veces en el Nuevo Testamento, fuera del evangelio de Mateo:

1- Marcos 10,11-12: Él les dijo:"Si uno repudia a su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra la primera, y si ella repudia a su marido y se casa con otro, comete adulterio”.

2- Lucas 16,18: “Todo el que repudia a su mujer y se casa con otra comete adulterio, y el que se casa con una repudiada por su marido comete adulterio”.

3- 1Corintios 7,10-12: “A los casados les ordeno, no yo sino el Señor: que la mujer no se separe del marido; pero si se separa, que permanezca sin casarse o que se reconcilie con el marido, y que el marido no repudie a la mujer”.

 

Algunas Biblias traducen Mt 19, 9 de otra manera: 9Ahora os digo yo que, si uno repudia a su mujer -a no ser en caso de infidelidad- y se casa con otra, comete adulterio". En base a esta traducción incorrecta, algunos cristianos, no católicos, permiten el divorcio y un nuevo matrimonio.

Los católicos no estamos de acuerdo con esta segunda traducción por las siguientes razones:

1- Para significar infidelidad, lo normal hubiera sido utilizar la palabra griega “moijeia” mientras que la palabra original que usa Mateo es “porneia”. Con la palabra griega “porneia” se entendía la prostitución y toda unión incestuosa y, por lo tanto inválida. La expresión “excepto en caso de unión ilegítima (o fornicación, o concubinato)", significa que aquellos que están unidos de manera ilegítima, no sólo pueden separarse, sino que deben hacerlo puesto que no están casados.

2- Las otras tres citas del NT que se refieren al divorcio, no incluyen ninguna excepción.

3- La réplica de los discípulos (Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse), no se explica si no es porque efectivamente, les quedó muy claro a todos, que Jesús no dejó ninguna excepción a la indisolubilidad del matrimonio.

4- Si Jesús hubiera introducido alguna excepción a la indisolubilidad, no estaría corrigiendo a Moisés.

Especial atención merece el versículo 11 de Mt 19: Jesús les dijo: No todos entienden esto, solo los que han recibido ese don. Esto quiere decir que necesitamos la gracia de Dios (el don), para comprender la belleza y sublimidad del matrimonio cristiano. Sin ese don, resultará imposible comprender el matrimonio.

El Catecismo de la Iglesia Católica dice en el # 1615.- “Esta insistencia en la indisolubilidad del vínculo matrimonial pudo parecer como una exigencia irrealizable (No trae cuenta casarse: Mt 19,10). Sin embargo, Jesús no impuso a los esposos una carga imposible de llevar (Vengan a mí los cansados que yo los aliviaré: Mt 11,29-30). Jesús vino para restablecer el orden inicial de la creación perturbado por el pecado, y da la fuerza para vivir el matrimonio en la dimensión mueva del Reino de Dios.”

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