Con la visión de ofrecer un futuro digno a los jóvenes, Don Bosco concibió los talleres de artes y oficios, germen de lo que hoy conocemos como Centros de Formación Profesional (CFP). Actualmente, los CFP salesianos se distinguen por una educación integral que va más allá de la formación técnica, enfocándose en el desarrollo humano y espiritual de cada estudiante.
El Cuadro de Referencia de la Pastoral Juvenil Salesiana, detalla que la matriz de los CFP es promover la formación humana, cristiana y profesional de los jóvenes. Y es que estos centros ofrecen mucho más que enseñanza técnica: brindan un hogar donde los jóvenes encuentran acogida, formación y esperanza en su camino hacia el mundo del trabajo y la vida.
Ambiente educativo transformador
Los CFP crean un ecosistema de aprendizaje basado en la cercanía, la confianza y el acompañamiento. Educadores, instructores y personal de apoyo no solo enseñan, sino que se convierten en guías y referentes, promoviendo una educación que toca el corazón.
Además de la capacitación técnica, los CFP salesianos ponen un énfasis especial en la formación en valores humanos y cristianos. La ética profesional, el sentido de responsabilidad, el respeto por la dignidad de la persona y el compromiso con la comunidad son pilares fundamentales de su propuesta educativa.
Asimismo, estos centros salesianos emplean metodologías activas que permiten a los jóvenes aprender haciendo, desarrollando así habilidades prácticas, pensamiento crítico y trabajo en equipo.
Vinculación laboral
La vinculación con el mundo del trabajo es otro rasgo distintivo de los CFP. A través de alianzas con empresas, pasantías y encuentros con profesionales, los estudiantes no solo adquieren experiencia, sino que también fortalecen su sentido de responsabilidad y servicio. De esta manera, los CFP salesianos preparan técnicos competentes con vocación de transformar su entorno.
Más allá de la empleabilidad, la formación en un CFP salesiano es un camino para que cada joven descubra su vocación, entendido no solo como una profesión, sino como su misión en la vida. A través de espacios de reflexión, orientación vocacional y acompañamiento personal.
Este enfoque integral, que conjuga trabajo, fe y compromiso social, es el sello distintivo de la educación salesiana. Adaptados a los desafíos del siglo XXI, los CFP salesianos siguen siendo espacios donde los jóvenes encuentran las herramientas, los valores y la esperanza para construir un futuro mejor para sí mismos y para la sociedad.
Oferta Educativa
La oferta de cursos técnicos en los Centros de Formación Profesional (CFP) salesianos es muy variada y depende de la ubicación específica del centro y las necesidades del mercado laboral local. Sin embargo, se pueden identificar algunas áreas y especialidades comunes que suelen ofrecer:
- Academias de Inglés y otros idiomas.
- Cursos de Ofimática (Excel, Word, etc.).
- Cursos de Robótica y Arduino.
- Contabilidad.
- Administración.
- Servicios de Belleza y Estética.
- Panadería.
- Cajero Bancario.
- Servicio al Cliente.
- Diseño Gráfico.
- Mecánico en Refrigeración y Aire Acondicionado.
- Soldadura Industrial.
- Mecánico Soldador.
- Estructuras Metálicas.
- Electricidad Domiciliaria.
- Mecánica Automotriz.
En Centroamérica, la red de Centros de Formación Profesional (CFP) salesianos cuenta con una sólida presencia en cinco países: Guatemala (1), El Salvador (5), Honduras (1), Nicaragua (1) y Panamá (1), sumando un total de 9 centros.
Estos CFP han tenido un impacto significativo en la formación técnica de la región, con 5,557 estudiantes graduados y atienden a 7,787 jóvenes que buscan desarrollar habilidades para el mundo laboral. (Datos Memoria Anual 2024).