Obras y servicios para jóvenes en situación de vulnerabilidad y exclusión  Pastoral que abraza, acompaña y transforma

La misión salesiana tiene una opción clara: acompañar a los jóvenes, especialmente a aquellos cuyas vidas enfrentan vulneraciones económicas, sociales, culturales o de derechos. La finalidad es que cada uno descubra y viva su dignidad como hijo de Dios.

 

El Cuadro de Referencia de la Pastoral Juvenil Salesiana define las obras y servicios para jóvenes en situación de vulnerabilidad y exclusión como un conjunto de acciones orientadas a quienes viven realidades adversas: pobreza, marginalidad, migración, abandono o cualquier privación que limite su desarrollo integral.

Entre los principios que guían estas obras y servicios destacan:

  • Mirar la realidad de frente: no existe un modelo único; cada país y comunidad enfrenta desafíos particulares. Lo primero es identificar qué tipo de vulnerabilidad afecta a los jóvenes en cada contexto.
  • Diversidad de espacios: residencias, centros de acogida, programas de inserción laboral, formación para el trabajo, acompañamiento educativo y espacios de convivencia, todos diseñados para ampliar oportunidades.
  • Estilo salesiano: cada iniciativa se organiza con la comunidad educativa y la pastoral juvenil, siguiendo el Sistema Preventivo de Don Bosco: razón, religión y amor.
  • Trabajo en equipo y sostenibilidad: estas obras se apoyan en alianzas con la sociedad, buscan recursos para mantenerse en el tiempo, evalúan sus acciones y, sobre todo, fomentan la participación activa de los jóvenes. Equipos interdisciplinarios se unen para atender cada necesidad de manera integral.

 

Evolución y desafíos

Con el tiempo, estas obras han evolucionado. Hoy se prioriza la adaptación a la realidad local y la respuesta a nuevos desafíos como la salud mental y derechos humanos. Se insiste también en que los jóvenes no sean solo receptores de ayuda, sino protagonistas, participando en el diagnóstico de su situación, en el diseño de proyectos y en la evaluación de los resultados.

Algunos ejemplos muestran cómo este enfoque transforma vidas:

  • Obra misionera de Carchá, Guatemala: jóvenes de comunidades indígenas q’eqchí reciben educación, pastoral y servicios comunitarios que impulsan su desarrollo integral.
  • FUSALMO, El Salvador: programas para jóvenes en pobreza, violencia o migración, con capacitaciones digitales que fortalecen sus oportunidades laborales.
  • Centro de Formación Técnico Vocacional “San Juan Bosco”, Tegucigalpa, Honduras: ofrece formación técnica y acompañamiento integral a jóvenes en riesgo de exclusión y violencia.

 

Dos caras: una misma misión

La opción preferencial por los jóvenes más pobres y necesitados no es un programa ni una obra específica: es una actitud que nace del Evangelio y del corazón de Don Bosco. Se trata de poner siempre en el centro a quienes más sufren, a quienes la sociedad suele dejar de lado.

Esta opción se hace tangible a través de obras y servicios concretos, como lo indica el Cuadro de Referencia de la Pastoral Juvenil Salesiana. En términos sencillos:

  • La opción preferencial es la brújula que orienta toda la pastoral.
  • Las obras y servicios son los caminos que la concretan.

Así, la Pastoral Juvenil Salesiana sigue fiel al carisma de Don Bosco: educar y evangelizar con predilección por los más pobres, convencida de que allí el Reino de Dios se hace cercano y vivo. Como recuerda el papa Francisco: “Nadie puede sentirse exceptuado de la preocupación por los pobres y por la justicia social” (Evangelii Gaudium, 201).

 

Las obras salesianas para jóvenes vulnerables no son solo asistencia: son espacios de esperanza, donde cada muchacho descubre que es hijo amado de Dios y capaz de aportar al mundo. No se trata solo de ofrecer ayuda, sino de cultivar vida.

 

Compartir