San José, noviembre 2025.- Con gran alegría y espíritu de familia, la comunidad salesiana celebró la Profesión Perpetua del hermano Tomás Sebastián Serrano Segura, SDB, en una emotiva Eucaristía presidida por el padre Julio Navarro, SDB, Inspector de Centroamérica, en CEDES Don Bosco.
La celebración inició con unas palabras de bienvenida del padre Julio, quien dio paso al rito de interrogación luego de la proclamación del Evangelio. En este momento, el hno. Tomás expresó libremente su deseo de consagrarse definitivamente a Dios en la Congregación Salesiana, respondiendo con firmeza y fe a las preguntas del inspector.
Durante la homilía, el padre Julio recordó la importancia de las primeras misiones salesianas enviadas por Don Bosco, que llevaron esperanza en Cristo más allá del Atlántico, impulsadas por el fuego del corazón de Jesús. “Esa misma esperanza nos toca compartir hoy, continuando con el legado de Don Bosco y su amor por los jóvenes”, expresó. Asimismo, agradeció los muchos años de presencia salesiana en América y recalcó la importancia de que los jóvenes estudiantes estuvieran presentes en esta celebración: “A eso nos envía Dios: a amarnos los unos a los otros y a seguir su voluntad con obediencia”.
Acompañado por más de 30 salesianos, el hermano Tomás vivió con profunda emoción la oración litánica, en la que se pidió la intercesión de los santos y de la Virgen María para este nuevo camino que sella con su “sí” definitivo. Posteriormente, firmó su compromiso perpetuo junto al padre Julio Navarro, y como testigos el padre José Ramiro Aguirre, SDB, y el padre Erick González, SDB.
Entre abrazos fraternos, los salesianos felicitaron al hno. Tomás, quien recibió la Cruz del Buen Pastor de manos del padre inspector, símbolo de su consagración y del amor de Cristo que lo guía en su misión.
Al finalizar la Eucaristía, el hno. Tomás dirigió unas palabras llenas de gratitud y fe, inspiradas en la frase: “No tengas miedo, Dios camina contigo.” Agradeció a su familia por inculcar el amor a Dios, al padre inspector por su confianza y a toda la comunidad salesiana por su apoyo constante. También extendió su agradecimiento a CEDES Don Bosco y al Instituto Técnico Don Bosco de Panamá, lugares donde ha compartido su vocación en los últimos años. “Los jóvenes son la razón de mi ‘sí’; en cada uno de ellos encuentro el amor de Dios”, expresó con profunda emoción.
Durante la ceremonia también participaron siete prenovicios, quienes inician su propio camino vocacional, acompañados por la comunidad. El padre Julio concluyó la celebración recordando las palabras que resumen el espíritu salesiano: “La alegría del Señor sea nuestra fuerza”.
