Honduras, Tegucigalpa, enero 2011.- La feligresía del Templo de la Juventud San Juan Bosco y la familia salesiana de Tegucigalpa celebraron con gran júbilo la fiesta del padre y maestro de la juventud, San Juan Bosco.

La celebración del santo patrono del templo, comenzó 9 días atrás con eucaristías, rosarios y oraciones dirigidas por los distintos grupos de la familia salesiana.

En el día del Santo, el templo se vistió de gala para recibir a los fieles y devotos del fundador de los salesianos, en una eucaristía presidida por el Cardenal Oscar A. Rodríguez sdb, concelebrada por Padre Rossoni sdb y el Padre Zamora sdb. El templo, repleto de fieles, celebró la herencia de alegría, juventud y caridad que San Juan Bosco dejó.

El clima de gozo que se sentía en el templo se unió al mensaje central del Cardenal, una invitación a ser verdaderos educadores y formadores para los jóvenes, a ser padres, amigos y apoyo para ellos. La eucaristía fue una exhortación a apostar por los más jóvenes, así como Don Bosco lo hacía. “Las intuiciones de Don Bosco sobre los jóvenes, son válidas aún hoy. Ellos necesitan de una mano benéfica que los guíe,” mencionaba en su homilía.

Monseñor Rodríguez, resaltó además algunas “luces salesianas” en Honduras, grandes educadores entre ellos el P. Guerrino Giacomel sdb, fundador del Centro de Formación Profesional San Juan Bosco, y a los miembros de la familia salesiana que siguen el ejemplo de Don Bosco con el sistema preventivo. Al finalizar la eucaristía, los ex alumnos salesianos, pasaron al frente a cantar a todo pulmón el Himno Salesiano, inundando el templo con el espíritu característico de los salesianos.

En medio de los cantos del coro, un ambiente de fiesta,  los bailes con el “ritmo alegre que brota del corazón” y siguiendo los pasos del padre y maestro de la juventud, la comunidad dio fe de que Don Bosco aún vive en sus corazones.

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