Un legado de fe que sigue vivo: 75 aniversario de la colocación de la primera piedra de la Parroquia María Auxiliadora Don Rúa La historia de la parroquia María Auxiliadora Don Rúa comienza con el sueño del padre José Miguel Funes, quien anhelaba construir una capilla en honor a San Miguel Arcángel. Tras su fallecimiento, el proyecto pasó por diversas manos hasta que los Dominicos asumieron la responsabilidad de llevarlo adelante. Al enterarse de que los Salesianos buscaban un lugar para establecer su seminario, les ofrecieron este legado bajo la condición de que se construyera la capilla soñada. De esta manera, en 1947, se inauguró el Instituto Internacional Don Rúa.

En 1950, el padre Ambrosio Rossi colocó la primera piedra de lo que llegaría a ser un templo grandioso. Dos años más tarde, se inauguró la iglesia ubicada en el área inferior. Como él mismo expresó: “No construiremos una capilla, sino un grandioso templo a María Auxiliadora. Esto superará los deseos del padre Funes” (Cada piedra es un milagro, p. 105).

Tres años después, en 1953, la parroquia fue erigida oficialmente bajo la advocación de María Auxiliadora, consolidándose como un referente de fe mariana en San Salvador. Tras el fallecimiento del padre Rossi, en 1964, el padre Francisco Manzoni asumió la dirección de este ambicioso proyecto.

Con el paso de los años, las obras de la parroquia se multiplicaron, transformando la vida de miles de personas. El Oratorio Festivo Domingo Savio, activo desde 1942, se convirtió en un espacio de encuentro y formación para generaciones de niños y jóvenes. La Escuela Salesiana Domingo Savio, inaugurada en 1985, continúa ofreciendo una educación integral inspirada en la pedagogía de Don Bosco. La Clínica Parroquial María Auxiliadora, que comenzó en 1950 con un pequeño consultorio y fue formalmente fundada en 1990, brinda atención médica accesible y de calidad. Finalmente, el Comedor Mamá Margarita, abierto en 1987, mantiene viva la caridad cristiana al ofrecer alimentación y acompañamiento a adultos mayores en situación de vulnerabilidad.

Actualmente, la parroquia se encuentra en un proceso de restauración, un esfuerzo que busca conservar este valioso patrimonio y proyectarlo hacia el futuro. A través del proyecto “Domus Mea”, apoyado por bienhechores y feligreses, se han restaurado algunos vitrales, mosaicos, techos y el campanario; sin embargo, aún queda mucho por hacer.

El aniversario de la parroquia María Auxiliadora Don Rúa constituye una oportunidad para agradecer a quienes, con esfuerzo y amor, construyeron este santuario mariano. Al mismo tiempo, representa un momento para renovar el compromiso de seguir siendo luz en medio de la ciudad, llevando esperanza y fe a la comunidad.


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