50 años de vida sacerdotal padre Pepe Moratalla El padre José María Moratalla Escudero, conocido cariñosamente como “padre Pepe”, celebra 50 años de vida sacerdotal, marcados por una entrega incansable al servicio de la juventud centroamericana.

Nacido en Sisante, Cuenca, España, en 1948, profesó como salesiano en 1965 y fue ordenado sacerdote en Barcelona en 1975.

Su vocación misionera lo llevó a Centroamérica, donde inició su labor en Masaya, Nicaragua, en 1979. Allí promovió el arte y la cultura como herramientas de transformación juvenil, destacando la puesta en escena de la obra Jesucristo Súper Estrella. Posteriormente, sirvió en Honduras, Guatemala y Panamá, dejando un legado de compromiso con la educación y la juventud.

En 1985 llegó a El Salvador y se sensibilizó con las penurias de las comunidades afectadas por la pobreza y la violencia. Motivado por esta realidad, fundó el Polígono Industrial Don Bosco, en San Salvador, transformando un antiguo basurero en un centro de formación técnica y humana para jóvenes en riesgo social. Este proyecto incluye talleres, un polideportivo, una clínica, un comedor, casas residenciales para jóvenes y cooperativas industriales y agrícolas.

El padre Pepe también ha impulsado con fuerza las artes, confiando en su impacto renovador. Apoya incondicionalmente a la Orquesta Sinfónica del Polígono Don Bosco, espacio donde los jóvenes descubren su talento y expresan su alma.

Hoy, medio siglo después de su ordenación, el padre Pepe continúa liderando con energía el Polígono y acompañando con ternura y sabiduría a quienes se acercan a esta gran casa salesiana. Su entrega generosa, su fe en la juventud y su incansable labor por la educación y la cultura siguen marcando el rumbo de una obra que transforma realidades.

Su misión continúa activa, inspirando con cada proyecto, cada taller y cada melodía que nace en el Polígono Don Bosco.

 

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