Un corazón guiado por el Espíritu: 70 años de fidelidad salesiana Hace setenta años, el padre Eduardo Antonio Castro Chilín pronunció su primera profesión religiosa, iniciando un camino de entrega total bajo la guía de Don Bosco. Al recordar sus inicios, comparte con sencillez: “No puedo decir que tuviera una motivación concreta; simplemente me dejé llevar por el Espíritu. Conocí a Don Bosco y su obra, y ese llamado marcó mi vida para siempre. A Dios gracias, nunca le he dicho que no”.

El 8 de enero de 1955 quedó grabado en su corazón como un día de profunda alegría. “Era una ilusión enorme profesar, después de otros momentos previos como la vestición clerical. Recuerdo muy bien ese día, lleno de entusiasmo y fraternidad con mis compañeros”, rememora con gratitud.

A lo largo de su ministerio, el padre Castro ha servido en diversas obras salesianas, entregándose especialmente a la formación de jóvenes, la dirección espiritual y el acompañamiento pastoral en Panamá, Costa Rica y Guatemala. Allí, su vida ha sido un testimonio de alegría, disponibilidad y amor incondicional. Hoy, al celebrar sus 70 años de primera profesión, damos gracias a Dios por su vida entregada, signo vivo del carisma salesiano en medio de la Iglesia.

El padre Eduardo Castro, nacido en Santa Ana, El Salvador en 1935, ingresó al aspirantado salesiano a los 12 años. A lo largo de su vida religiosa, impulsó obras formativas como el Centro Regional del Salesiano Coadjutor, CRESCO.

Compartir