En esta edición de nuestro boletín salesiano, Don Bosco en Centroamérica, ponemos de relieve la experiencia y ambiente pastoral parroquial.
La parroquia es la primera instancia comunitaria en la que la Iglesia lleva a cabo la misión encomendada por Jesús a su Iglesia en un contexto sociocultural bien definido. El papa Francisco, en la Evangelii Gaudium 28, recuerda algunos aspectos significativos de la identidad de la parroquia, que, además de ser “presencia eclesial en un territorio”, es comunidad misionera y evangelizadora y lugar y santuario de la vida cristiana.
El celo apostólico de Don Bosco por los jóvenes más pobres de Turín le llevó a crear una parroquia para los jóvenes sin parroquia. El mismo Don Bosco aceptó siete de ellas y en 1887 redactó un reglamento sobre el buen funcionamiento de la parroquia. Abordó los temas que más le preocupaban: la atención prioritaria a los jóvenes, especialmente a los más pobres, la preferencia educativa de la Congregación y la identidad del párroco religioso salesiano que sirve en ella en comunión con el obispo y el clero diocesano.
En nuestro caso, la parroquia confiada a los salesianos entra en la pastoral de la Iglesia con un estilo y una estructura; se configura, por su propia naturaleza como un espacio privilegiado de evangelización para los jóvenes y la opción por ellos no es exclusiva ni discriminatoria, sino preferencial y constituye un desafío siempre actual. Esta opción preferencial es un don precioso para la misión en toda la comunidad eclesial.
Esta identidad salesiana se manifiesta en algunos elementos concretos que caracterizan nuestras parroquias y que ilustramos por medio del contenido de esta edición: la sensibilidad hacia el mundo juvenil de quienes conforman la comunidad parroquial; el fortalecimiento de espacios de crecimiento, participación y protagonismo para niños y jóvenes; la constante renovación de la propuesta asociativa salesiana a través de los grupos que conforman el Movimiento Juvenil Salesiano y el impulso del Oratorio Salesiano, como parte fundamental de la propuesta parroquial salesiana.
En Centroamérica, tenemos doce parroquias confiadas a la Congregación Salesiana, incluida una Basílica. A la vez, existen diversas iglesias públicas y capillas, lugares de convocación y encuentro.
Queremos, a través de estas páginas, compartir nuestra convicción que la parroquia, más que un lugar físico, es una experiencia de acogida, de vivencia de la fe centrada en Jesucristo y su evangelio, que dan sentido y verdadera alegría a nuestra vida y nos impulsan a responder a los retos de la realidad actual. De esta manera, como el mismo Jesús nos invita, seremos “Sal de la tierra y Luz del mundo”.