Jubileo para reflexionar: tres ejes de conversión en un mundo herido El Jubileo 2025 se perfila como una oportunidad única para la Iglesia y la humanidad de reflexionar sobre el estado del mundo y buscar caminos de conversión y esperanza. Convocado por el Papa Francisco bajo el lema “Peregrinos de esperanza”, el Jubileo nos invita a mirar con profundidad tres heridas abiertas que desafían nuestra fe y compromiso cristiano: las guerras, los efectos persistentes de la pandemia de COVID-19 y la crisis del cambio climático.

El flagelo de las guerras  

En un mundo donde más de 100 conflictos armados afectan a millones de personas, el papa Francisco ha descrito la guerra como una “derrota para la humanidad”. Las cifras son alarmantes: según el Instituto de Investigación de Paz de Estocolmo (SIPRI), los gastos militares globales alcanzaron los 2.2 billones de dólares en 2023, un contraste abrumador frente a las necesidades básicas insatisfechas en regiones afectadas por la violencia.

En su encíclica Fratelli Tutti, el papa llama a una cultura del encuentro y la reconciliación, advirtiendo sobre la "globalización de la indiferencia". Este Jubileo es una oportunidad para que las comunidades católicas promuevan iniciativas de paz local y global, como el diálogo interreligioso y el apoyo a programas de ayuda humanitaria.

Los efectos persistentes de la pandemia

La pandemia de COVID-19, aunque aparentemente controlada, ha dejado cicatrices profundas. El Banco Mundial estima que 70 millones de personas cayeron en la pobreza extrema debido a la crisis sanitaria. Además, los efectos psicológicos siguen siendo una realidad: un estudio publicado por The Lancet señala un aumento significativo en los casos de depresión y ansiedad en los últimos tres años.

En este contexto, la Iglesia llama a la sanación integral. El Jubileo es un tiempo para reflexionar sobre nuestra responsabilidad colectiva en la construcción de sistemas de salud más equitativos y resilientes, mientras se promueve una espiritualidad del cuidado que abarque tanto la salud física como mental.

Crisis climática: un grito de la creación

El cambio climático es quizás el mayor desafío existencial de nuestro tiempo. Las devastadoras inundaciones, incendios forestales y olas de calor extremas registradas en 2024 han intensificado el llamado del Papa Francisco a través de su encíclica “Laudato si”. Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), las temperaturas globales podrían superar el límite de 1.5 °C en la próxima década si no se toman medidas drásticas.

El Jubileo nos llama a una conversión ecológica. No basta con pequeños gestos simbólicos; es necesario comprometerse con acciones que reduzcan el impacto ambiental, como adoptar prácticas de consumo responsable, apoyar iniciativas de energía renovable y exigir políticas públicas que protejan el planeta.

Una llamada a la esperanza

El Jubileo 2025 no se trata únicamente de lamentar las heridas del mundo, sino de mirar hacia el futuro con esperanza activa. Inspirados en el mensaje del Papa Francisco, cada creyente está llamado a ser un agente de cambio desde su hogar, su comunidad y su entorno. Como peregrinos de esperanza, estamos invitados a transformar estas crisis en oportunidades para vivir el Evangelio con mayor autenticidad y compromiso.

Este Jubileo es una oportunidad para ser verdaderos constructores del Reino de Dios en medio de los desafíos contemporáneos. La esperanza, como nos recuerda el papa, es el “faro” que nos guía hacia un mundo más justo y solidario.

Acciones desde casa para marcar la diferencia

Por la paz: Participar en jornadas de oración por la paz y apoyar a organizaciones que trabajan con víctimas de guerra.

Contra los efectos de la pandemia: Escuchar y acompañar a quienes enfrentan secuelas emocionales, promoviendo el acceso a la salud mental.

Por el clima: Reducir el consumo de plásticos, separar residuos para reciclaje y usar transporte público o bicicleta para minimizar la huella de carbono.

 

 

 

Compartir