Somos el resultado de la presencia educativa salesiana. En 1992 don Gilberto Aguilar Avilés, primer Rector de la Universidad Don Bosco, escribía:

“Don Bosco soñaba casi todas las noches. Sus imágenes nocturnas eran nítidas, penetrantes y muchas veces proféticas. Tanto soñaba que se han editado libros extensos que recogen sus extraordinarias visiones.

El futuro de la obra salesiana en América era uno de sus frecuentes temas de ensoñación. Sin haber puesto un pie en este continente, sus vivencias nocturnas lo llevaron a magistrales descripciones de nuestros paisajes y de nuestra gente.

Quizá la obra de ese primer pionero salesiano que vino a la Argentina, monseñor Juan Cagliero, estimulaba en su iluminado espíritu tales premoniciones.

En muchos pueblos del nuevo mundo vio Don Bosco el fruto de su obra, que no sería de su tiempo, sino de cincuenta, de cien años después.

Mencionó tantos lugares con muchachos que le abrazaban. Aunque no lo dijo expresamente, ¿por qué no también un país llamado El Salvador? ¿Una inmensa y populosa ciudad llamada Soyapango? ¿Y un lugar real, más allá de los sueños, llamado Ciudadela Don Bosco?

En la Universidad Don Bosco estamos convencidos de que así fue y que somos parte de la realización de ese sueño y de esa misión.

Somos el resultado de la presencia educativo-pastoral salesiana que en Centro América se inició con una escuela de artes y oficios, que luego, al popularizarse la educación media, se transformará en bachillerato técnico y, actualmente, ante la masiva presencia de las clases populares en la educación superior, exige a los Salesianos continuar su labor entre los jóvenes de las clases populares.

Así nació la Universidad Don Bosco, que nos permite estar con los jóvenes en los momentos más trascendentales de su vida, como lo es el inicio de su vida profesional. Les ayudamos a fortalecer un alto perfil ético, un profundo compromiso en la transformación de la realidad y el desarrollo personal de capacidades emprendedoras y competencias para el trabajo.
“Educamos…para el desarrollo integral de la persona humana, promoviendo universitariamente, desde la ciencia y la tecnología, la construcción de una sociedad libre, justa y solidaria”, dice nuestra Misión.

Es por ello que nuestra propuesta educativa incluye carreras técnicas – a nivel de técnico e ingeniería – pertinentes con el desarrollo del país, innovadoras y con visión de futuro, con alto nivel de inserción laboral o creación de autoemprendimientos, como es el caso de mantenimiento aeronáutico, mantenimiento biomédico y órtesis y prótesis, ésta última con certificación internacional.

Desarrollamos programas que optimizan el tiempo de formación mediante alianzas con otras instituciones educativas, como el programa Pilet desarrollado en conjunto con el Instituto Técnico Ricaldone y actualmente extendido a otras instituciones de formación técnica media.

Actualmente estamos implementando un modelo de alternancia que nos permite desarrollar procesos de formación más acordes con las realidades productivas, en donde nuestros estudiantes desarrollan parte de su formación en la empresa, en situaciones reales de trabajo, con la debida fundamentación teórica en la universidad.

El uso de las TIC´s y la creación de redes virtuales de aprendizaje son también otras de nuestras prioridades, así como la certificación de nuestras carreras en el ámbito nacional e internacional. Esto nos ha permitido desarrollar cursos en Haití y en África.


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