La idea central es la vocación del joven: su razón de existir.

En octubre de 2018 está convocada una reunión mundial de obispos para reflexionar sobre la tarea de acompañar a los jóvenes en su proceso de maduración vocacional.

Ha causado un poco de sorpresa el tema elegido para una asamblea de tan alto nivel, la que tradicionalmente se ocupa de asuntos doctrinales específicos.

El papa Francisco busca poner la atención pastoral de la iglesia en esa porción de la humanidad, los jóvenes, que casi siempre suscitan desconfianza.

Para nosotros, salesianos, esa asamblea sinodal nos viene como anillo al dedo, ya que, por vocación y misión enfocamos nuestra razón de ser al cultivo pastoral de la juventud.

El material emanado de la Santa Sede para iluminar y motivar la reflexión de toda la comunidad eclesial sobre ese tema constituye en sí mismo un pequeño tratado de pastoral juvenil estimulante.

La idea central es la vocación del joven: su razón de existir, su opción de vida, la toma de conciencia de la tarea para la que fue creado por Dios.

Conocer y elegir la propia vocación es tarea no fácil para cualquier joven. De allí surgen dos palabras claves: discernimiento y acompañamiento.

A los que nos dedicamos a la educación de los jóvenes, estos dos términos serán en adelante líneas de orientación para una mayor calidad en nuestra pastoral juvenil.

En este número del Boletín Salesiano hemos seleccionado algunos elementos del documento preparatorio del sínodo, adaptándolos libremente a nuestra realidad. Queremos así despertar el interés por implicarnos a fondo en la vivencia de esa experiencia sinodal que nos abrirá horizontes, luces y estímulos para un influjo de mayor peso en el proceso de crecimiento humano y cristiano de los jóvenes que Dios nos confía.

 

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