banner noticias costarica

La ilustración del sueño número 31 de Don Bosco, inaugurada en el Centro Salesiano Santo Domingo Savio de Cartago, busca promover la virtud de la Pureza entre los jóvenes. Cartago, julio 2024 – En una ceremonia celebrada en el Centro Salesiano Santo Domingo Savio de Cartago, se inauguró la primera ilustración del sueño número 31 de Don Bosco, "Los pañuelos blancos destrozados por el huracán", 168 años después de su revelación.

El evento busca concienciar sobre la relevancia del mensaje de la Santísima Virgen Inmaculada Concepción para los jóvenes de Don Bosco, destacando la importancia de vivir la virtud de la Pureza. Esta iniciativa es fruto de la colaboración entre la Compañía de la Inmaculada Santo Domingo Savio y el apostolado del Rosario por la Pureza.

Se espera que la ilustración y su narración se difundan en diversas casas, centros y colegios salesianos, promoviendo el mensaje de la virgen y apoyando la misión de Don Bosco de proteger y restaurar la pureza en los jóvenes.

Gloriana Granados, miembro del centro y autora de la ilustración, comentó que sintió la presencia de María a lo largo de todo el proceso creativo. Expresó su alegría al finalizar la obra, destacando que desde que abrazó la pureza, su vida cambió. Confía en que esta obra acercará a muchos a la oración y al descubrimiento de esta virtud esencial para crecer en santidad.

El coordinador del grupo 8D, afirmó que se ha establecido una comisión con distintos grupos de la casa para promover todas las vocaciones y difundir el mensaje del sueño. En el sueño, la Inmaculada entrega a cada joven un pañuelo blanco con la inscripción dorada: "La Reina de las Virtudes es la Castidad". Les exhorta a proteger sus pañuelos para no exponerse a las tentaciones. Aquellos que obedecen preservan su pureza, mientras que los que no lo hacen, ven sus pañuelos destrozados por el huracán, símbolo de las pruebas y pecados que dañan el alma. Sin embargo, tras la tormenta, muchos regresan al buen camino y sus pañuelos son remendados.

La virtud de la pureza es fundamental para cualquier vocación, resguardando la inocencia, la libertad juvenil, la belleza en el noviazgo, el amor en el matrimonio y la gracia para quienes son consagrados a Dios.

Compartir