Misericordia con los embriones. Los embriones llaman a nuestra puerta. Una de las obras de misericordia espirituales consiste en ‘hospedar al peregrino’. Uno piensa hoy en los refugiados y migrantes a los que es urgente acoger con amor. Pero Mons. Reig Pla (Obispo de Alcalá), en el Año de la Misericordia, se pregunta: “¿Quién piensa en los millones de embriones llamados a la existencia en los laboratorios de la fecundación in vitro, hacinados en verdaderos ‘campos de congelación’, a los que se ha cerrado las puertas de una familia y de la sociedad? ¿Quién se acuerda de los tanques de oxígeno líquido donde son congelados y confinados?”

Los embriones también merecen misericordia, son los primeros peregrinos indefensos cuya dignidad personal exige que sean llamados a la existencia como fruto del cálido abrazo conyugal. Por ello también se puede aplicar aquí la obra de misericordia ‘dar posada al peregrino’. Esta posada no es otra que el vientre de la madre.
Es necesario constatar que los millares de embriones que se encuentran congelados, en estado de abandono constituye una injusticia irreparable. Embriones donados que son excedentes de un procedimiento previo de fecundación in vitro.
Los embriones son unos nuevos ‘Lázaro’ que mendiga a la puerta del rico Epulón cegado por su poder y su riqueza. Los embriones abandonados a su suerte son figura de Cristo que nos invita a la conversión.
Hay una historia macabra de los experimentos ilícitos que se han realizado con seres humanos.
a) Con afroamericanos, ‘Estudio sobres sífilis’. En Estados Unidos, de 1932 a 1972.
b) Con judíos y otros no arios, bajo el régimen nazi de Alemania hasta 1945.
c) Con chinos, por el ejército imperial japonés, hasta 1945.
d) Con guatemaltecos, experimentos con sífilis, por Estados Unidos en los años de 1946 a 1948.
e) Con niños con discapacidad cognitiva. En Nueva York de 1056 a 1972.
f) Con ancianos: inyección de células cancerosas. En Nueva York 1963.
Todos encontraron una justificación. Las víctimas son consideradas ‘menos valiosas’, no tienen capacidad legal para defenderse. El fin justifica los medios. Bajo el amparo de palabras como ‘progreso’ y ‘desarrollo’ se estima que el pequeño problema ético es poco valioso en comparación con los objetivos que se pretenden alcanzar.
Experimentación con embriones humanos. Las intervenciones en el embrión humano son lícitas siempre que respeten la vida y la integridad, que no lo expongan a riesgos desproporcionados y que tengan como fin su curación.
Los cadáveres de embriones o fetos humanos deben ser respetados como los restos mortales de los demás seres humanos.
La ‘Fecundación In Vitro’ es inmoral, así como todas las técnicas de reproducción que separan el acto conyugal de la procreación.
Los progenitores nunca pueden donar ni vender a su hijo ni en estado de embrión porque no es un esclavo. No es su propiedad. Y por tanto nadie lo puede comprar o recibir en donación. También es ilícito donar gametos (óvulos y espermatozoides) y gónadas (ovarios y testículos).
Las intervenciones sobre el embrión, y la modificación de la información genética, no buscan su curación. Solo se les manipula, y luego se les mata. Por último, se les desecha en la basura.
“Seréis como dioses” (Gn 3,5). Lucifer, tras exclamar frente a Dios “No obedeceré”, y ser arrojado al Infierno, no ha cesado en su empeño de destruir al ser humano (Ap 12,17): detrás del pecado original, del asesinato de Abel, de la torre de Babel, y de tantos otros episodios de rebeldía frente a Dios, se encuentra el Demonio susurrando a nuestros oídos: “Seréis como dioses”.
El mal está organizado. Lo que contemplan nuestros ojos no es más que una de las muchas piezas del rompecabezas de la estructura esclavista y de muerte que se está construyendo a nivel mundial.
Injusticia social, anticoncepción, esterilización, aborto, el amor simplemente romántico sin compromiso, divorcio, ‘amor libre’, Fecundación In Vitro, usurpación deliberada de la filiación natural de los niños, reasignación de la identidad personal, eutanasia y suicidio asistido, son parte de los escalones programados científica y sistemáticamente para des-estructurar la identidad y la misión querida por Dios para el ser humano en su unidad cuerpo-alma y en la diferencia varón-mujer.
El dominio de los poderosos sobre los débiles. Estamos ante una objetiva conjura contra la vida, que ve implicadas incluso a Instituciones Internacionales. Los Medios de Comunicación Social son con frecuencia cómplices de esta conjura. Nos encontramos en una guerra de los poderosos contra los débiles. La manipulación del ser humano hace millonarios a muchos. La cultura de la muerte y la idolatría del dinero siempre van de la mano y sirven al Amo de este mundo. El imperativo moderno es ‘gozar’. El placer se sobrepone al deber como principio de comportamiento.

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