Caleidoscopio

Cristian Adolfo López de León, exalumno salesiano de Guatemala y ahora, misionero salesiano en Mongolia.“¿Qué querés que te regale cuando seas grande?” me preguntó mi mamá una tarde. Yo, con menos de diez años y sin dudar ni un segundo, le respondí, “un Todoterreno para poder andar en las montañas ayudando a los que lo necesitan.” Mi mamá me vio sorprendida y guardó esta respuesta en su corazón. Años después, ella es la única testigo de tal hecho y ahora que me lo cuenta solo confío en sus palabras, pero es tal vez este el punto de partida para lo que se convertirá en “una vocación dentro de la vocación” como le suelen llamar. Yo no lo creería tanto, no me gustan esos carros.

José Guillermo Ramírez y Cristian Adolfo López, salesianos de Centroamérica que respondieron a la vocación misionera.Queridos hermanos y amigos: hoy me he atrevido a escribirles estas palabras, pero dirigidas con gran alegría desde el Colle Don Bosco, aquí, donde nuestro carisma ha nacido, y, por lo tanto, cada uno de nosotros también. En este momento me encuentro con hermanos provenientes de los cinco continentes, junto a quienes estoy participando del “Curso para nuevos misioneros”.

escudo laserAviso de Spoiler para Lightyear, la película

El reciente largometraje animado de Disney, Lightyear, nos propone una normalización de las parejas lesbianas que lo hace ver tan natural en una secuencia de escenas. De hecho, esas escenas son totalmente innecesarias para la trama de la película. Es notable que fueron colocadas para cumplir una cuota y congraciarse al colectivo LGTBIQ+.

Quitando dicha secuencia, la película está bien lograda y el guión es ameno como nos tiene acostumbrados el equipo creativo de PIXAR. Incluso la columna vertebral de la trama puede brindarnos valores a rescatar.

Buzz es responsable de cuidar y llevar a su destino a muchas personas, científicos y técnicos que están en modo inanimado, lo cual es loable pues cada persona es valiosa por sí misma.
Sin embargo, las cosas salen mal, no por culpa de Buzz, y quedan atrapados en un planeta.

Nuestro guardián espacial debe cumplir con su misión a toda costa y para ello rompe todas las reglas hasta convertirlo en una obsesión. Hay algo que Buzz no concibe y su gente lo aceptó por años: las contingencias creadas por los propios errores humanos no nos impiden continuar con el curso de la vida. Comprendieron que si bien su destino estaba en otro planeta, se adaptaron a las circunstancias y aprendieron a defenderse de los ataques de las criaturas extraterrestres nocivas que te atrapan y dañan. Me viene a la mente la cantidad de migrantes que luchan por mantener sus valores familiares en el  país que les toque vivir.

Finalmente, Buzz logra verse a sí mismo en su versión futura, cegada por la obsesión, lo cual termina siendo la peor versión de sí mismo.

De la misma manera, Disney nos quiere alejar de nuestros valores esenciales que se nutren en la familia. Pretende que los chicos comiencen a ver normal que la procreación puede realizarse con la tecnología o la maternidad subrogada, eliminando una de sus funciones principales.

Al igual que el villano Zurg y su ejército de robots, el lobby LGTBIQ+ apalancado y financiado por muchas fundaciones y organizaciones internacionales desea a toda costa cumplir sus objetivos y para ello necesita mucho poder y muchos adeptos que actúen al unísono, como un ejército de activistas repitiendo el mismo guión en contra de una humanidad que lucha por mantener sus valores.

Disney, Netflix y otros medios se parecen cada vez más a esa enorme nave que nos quiere llevar a la fuerza a un futuro nefasto y para ello necesitamos serles útiles como fieles suscriptores autómatas.

La obstinación por una visión particular y la batalla por llevar a la sociedad por dicho rumbo nos mantiene enfrentados. En esa tensión nos encontramos, olvidando la esencia de nuestra existencia, la finalidad de nuestra sexualidad, de quienes somos, por qué y para qué vivimos.

La tarea que nos toca como padres de familia es valorar el planeta que nos ha tocado, el país, la ciudad y el barrio de residencia. Más que lamentarnos de errores pasados es mejor aceptar nuestra imperfección humana, trabajar en equipo aun con nuestras falencias y seguir mejorando en el camino; pero sobre todo, construir junto a nuestros hijos un “escudo láser” para que nos protejan de las ideologías nocivas y ahora obligatorias e impuestas, que nos ofrecen un futuro totalmente infausto.

Ese escudo debe estar dotado de la verdad, la ciencia, la razón y la caridad para defender sin separarnos.

 

Vigilia Pascual 2021.Las noticias del lunes de la octava de pascua no hablaban de la alegría de la Pascua del Señor, hablaban de los números crecientes de afectados de Covid 19, las restricciones para prevenir la enfermedad, el número de accidentes y casos de violencia en Semana Santa, la magnitud en la asistencia de ciudadanos con sus familias en las playas, la cantidad de basura que dejaron los bañistas y las típicas noticias de políticos, hilo inacabable de decepciones, y de economía, materia siempre preocupante. En las redes sociales muchas noticias vienen alimentadas de comentarios, la mayoría del mismo tono, entre grisáceos y negros.

Ésa es la verdadera “limosna”. Sentir las carencias y sufrimientos de los demás; saber “perder tiempo” con ellos, escucharlos, acompañarlos, ayudarlos. / Foto: Cathopic-Cáritas San Luis Potosí.Al inicio de la Cuaresma la Iglesia, inspirada en el Evangelio, nos señala un camino de conversión, recomendándonos, entre otras prácticas, la limosna. Pero ¿qué es propiamente la limosna?

“Yo no soy el Cristo”Jesús dice, “Yo soy la luz del mundo”; “Yo soy el pan de vida”; “Yo soy la puerta”; “Yo soy el buen pastor”, y otras. “Yo soy” es una frase que se deriva del nombre de Dios tal como se le revela a Moisés en el Éxodo 3:14.