Andrés, un adolescente de 13 años, pasa la mayor parte de su tiempo libre jugando videojuegos. Alterna entre la consola, el celular y la computadora, sin considerar esta rutina como problemática. Sin embargo, su madre está preocupada y constantemente monitorea el tiempo que Andrés pasa frente a las pantallas, insistiendo en que la vida no se limita a los videojuegos.
Esta situación es común entre los adolescentes, como lo evidencian las reuniones de padres en los centros educativos. Muchos padres se quejan ante los docentes y consejeros sobre el tiempo excesivo que sus hijos dedican a los videojuegos y su resistencia a reducirlo. Esta problemática plantea la pregunta: ¿qué tienen los videojuegos que atraen tanto a los adolescentes?
El psicólogo español Carlos González Tardón, especialista en videojuegos, señala que los videojuegos cautivan a los jugadores por la sensación de plenitud que provocan. "Si algo te hace sentir bien cuando lo haces y cuando recuerdas que lo hiciste, te animas a volver a hacerlo", explica. Además, los videojuegos están diseñados para proporcionar recompensas frecuentes, activando el sistema de dopamina en el cerebro y creando una sensación de logro y satisfacción.
Los videojuegos también ofrecen una forma de escape de la realidad y los problemas cotidianos, permitiendo a los jugadores sumergirse en mundos alternativos donde tienen control. La interacción en línea con amigos y otros jugadores satisface la necesidad de socialización y pertenencia. Los desafíos y competencias que presentan mantienen a los jugadores comprometidos y motivados para mejorar sus habilidades, mientras que las historias envolventes y los gráficos avanzados capturan su atención.
Cuestión de tiempo
Desde 2022, la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifica el abuso de los videojuegos como un “trastorno mental debido a comportamientos adictivos”. Sin embargo, existen posturas opuestas en la investigación mundial sobre su impacto. Algunos estudios afirman que los videojuegos estimulan habilidades cerebrales y ayudan a la concentración, mientras que otros aseguran que son perjudiciales para la psique y el comportamiento del jugador. Un punto clave es la cantidad de tiempo que el adolescente dedica a jugar, ya que esto determinará si se considera un trastorno o no.
Según un estudio de AsKids, una organización que realiza estudios de hábitos de consumo enfocados en niños y adolescentes, en América Latina, el 70% de los adolescentes de 13 a 18 años juegan videojuegos. La mayoría pasa frente a las pantallas entre una hora y media y dos horas y media diarias.
Recomendaciones para Padres
El área clínica de la Universidad de Navarra ofrece recomendaciones para controlar el uso de los videojuegos y fomentar un entorno familiar saludable:
- Controlar el tiempo de uso. Limitar el uso de los videojuegos asignando tiempos específicos, especialmente durante las vacaciones. Se recomienda un límite de 3-4 horas por semana. Invitan usar los videojuegos como refuerzo positivo para la realización de tareas o logros educativos.
- Vigilar el contenido de los videojuegos. Asegurarse de que los videojuegos sean adecuados para la edad del adolescente. Es mejor, alguna vez, jugar con ellos para verificar que no contengan contenido inapropiado.
- Potenciar la vida familiar. El abuso de videojuegos puede ser consecuencia de la falta de interacción familiar. No usar los videojuegos como sustituto de la educación familiar ni como niñera.
- Detectar situaciones de alto riesgo. Estar alerta ante signos de uso compulsivo, como encender la consola inmediatamente al despertar o usarla en cualquier momento libre. También, ver cambios en el comportamiento, como impulsividad, violencia o bajo rendimiento escolar. Estar atento al desarrollo de un individualismo exagerado y el abandono de otras actividades o aficiones.
Los padres buscan promover un comportamiento responsable ante el juego, y para ello es esencial comprender qué satisfacen a los hijos cuando juegan para guiarlos hacia un uso equilibrado y saludable.
Perspectivas futuras
En América Latina, en 2022 había alrededor de 260 millones de jugadores. Según Statista Research Department, se prevé un incremento a 309 millones de latinoamericanos jugando videojuegos activamente para 2027.