Familia Vargas La familia Vargas Camacho está compuesta por Daniela, Jeffrey, Ismael y Emma. Todos ellos apasionados por el arte, especialmente la música.



Daniela es ex alumna y trabaja actualmente como profesora de religión y animadora pastoral en la primaria del Colegio Salesiano Don Bosco en Costa Rica. Por su parte, Jeff es orientador de la secundaria de la misma institución. Ismael es alumno de segundo grado. Emma es una pequeñita de tres años que, aunque no estudia todavía, sus papás dicen que le encanta todo lo que tiene que ver con Don Bosco. Como familia Isma, Dani y Jeff crearon la canción “Salesiano” en la que comparten un poco de su sentimiento por la obra de Don Bosco.

Cómo iniciaron
Jeffrey estuvo involucrado en la pastoral juvenil desde los 12 años. A partir de los 13 incursiona en la música en un proceso de descubrimiento de lo que le apasiona: “Siempre me gustó la música urbana, el rap, el reggae. Entonces empecé a cantar esa música con un mensaje de fe. Más adelante, lo vi como un apostolado para servir a Dios, y hasta la fecha lo sigo haciendo.”
Daniela fue llamada a la música en un festival de canto. Un profesor descubrió su talento en sexto grado. “Cantar en una misa de acción de gracias me abrió al mundo de la música. Empezar a cantar me fascinó. Con Jeff entré a la pastoral juvenil. Mi familia organizó una banda de música católica”.

Isma tiene una pasión natural por la música. En la familia hay músicos de profesión, quienes se dieron cuenta de que Ismael tenía oído para la música.

Su apostolado
Para esta familia, el apostolado va más allá del canto. Viven la música como un servicio a Dios. “Dani y yo nos conocimos sirviendo a Dios. Así empezó nuestra amistad. Nos gusta el carisma salesiano, la vocación por los jóvenes y niños. Cantar y componer canciones evangelizadoras es nuestro modo de influir en sus vidas.

Creciendo en familia
La familia Vargas Camacho consagra su tiempo en el Salesiano Don Bosco de Costa Rica. Aún fuera del ámbito del colegio, continúan hablando en el lenguaje de Don Bosco, sobre todo con Isma y Emma. Cuenta Jeff: “Isma es una persona creativa, inteligente. Un día, mientras viajábamos, escuchábamos música instrumental rap. Le pregunté a Isma: ¿Qué le parece? Me respondió: Muy buena, yo estaba haciendo una canción con eso, se llama El Pobre. La canción decía: Ayudar al pobre es algo muy bueno, tienes que ayudarlo aunque no tengas dinero”.

 

Este artículo está en:

Boletín Salesiano Don Bosco en Centroamérica
Edición 259 Septiembre Octubre 2022

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