MargheritaFigura1Mamá Margarita (así le decían los muchachos del oratorio), nació en Capriglio, Italia, el 1 de abril de 1788 y murió en el oratorio de Turín, el 25 de noviembre de 1856, a la edad de 68 años, después de haber pasado allí 10 años.

alessandrinacosta2Un sábado santo, en una aldea llamada “Calvario” del municipio de Balsar (Portugal), marca la vida de esta mujer extraordinaria que resplandece entre las mayores almas místicas en la historia de la Iglesia de nuestro tiempo. Ese día Alejandrina, su hermana Deolinda y una chica aprendiz están entregadas a su tarea de costura cuando se dan cuenta de que tres hombres tratan de penetrar en su cuarto.

santidad salesiana 3Una figura excepcional de misionero y científico con una personalidad multifacética, durante casi 60 años trabajó en Ecuador, tenazmente arraigado e inculturado en el medio ambiente y la sociedad ecuatoriana. Es oficialmente reconocido como el mejor regalo hecho por Italia de entre los grandes exploradores de Ecuador. Y la ciudad de Cuenca lo declaró “el Cuencano más ilustre del siglo XX.”

dorotea chopitea 244A doscientos años del nacimiento, Dorotea de Chopitea (5 junio 1816-3 abril 1891) es considerada como la promotora de la obra social más importante del siglo XIX en Barcelona.

Atilio GiordaniAttilio Giordani nació en Milán (1913). Con nueve años entró en el Oratorio San Agustín. Nunca más lo dejará: seguirá siendo joven animador, novio, esposo, padre... Incluso en su largo servicio militar, por culpa de la segunda guerra mundial, estará con espíritu oratoriano. Incluso cuando vaya con su familia como “misionero” a Brasil, allí llevará el Oratorio.

NinoSe llamaba Antonino. Nino para los amigos. Nino Baglieri.

Era peón de albañil. A los 17 años se cayó de un andamio de 17 metros. Un metro por cada año. Era el 6 de mayo de 1968, fiesta de Domingo Savio.

santidad1Constantino Vendrame nació en San Martino di Colle Umberto, en la provincia de Treviso, Italia, el 27 de agosto de 1893. Sus padres, Pedro y Elena Fiori, le enseñaron a amar el trabajo y el sacrificio y, especialmente, al Señor. Desde temprana edad Constantino era conocido por su inteligencia y su bondad.