Un dolor intenso y de forma repentina es el que produce el nervio ciático. Generalmente se ubica en la espalda baja o en uno de los glúteos. En esta última zona es la más dolorosa, al extremo de quedar paralizado del malestar. También, puede afectar las piernas y los pies. En las mujeres embarazadas es bastante común padecerlo debido al peso del bebé. 

De forma general, este dolor se produce cuando el nervio ciático, que es el más largo del cuerpo, es comprimido por una alteración en las vértebras o discos de la columna. Algunas acciones que pueden detonar este padecimiento son la ausencia o poco ingesta de magnesio en la dieta, debido a que este nutriente da fortaleza a las terminaciones nerviosas y musculares. Las semillas de sésamo, pescado, aguacate, guineos son alimentos ricos en magnesio. 

El consumo frecuente de comidas grasosas y carnes rojas también pueden causar tensión en el nervio ciático, esto se debe a que el nivel de ácido úrico sube y afecta los nervios.

Asimismo, usar un colchón demasiado suave y pasar mucho tiempo en la cama puede ocasionar esta dolencia. 

Un ataque del nervio ciático puede impedir a una persona realizar su rutina cotidiana hasta por cinco semanas.

Ejercicios para calmar 

Una de las recomendaciones que dan los médicos es realizar ejercicios para reducir la dolencia de forma rápida y evitar que vuelva a dar. Aunque parezca que no se pueden hacer, una vez que haya cedido el dolor intenso, es el momento indicado para ejercitar esas zonas problemáticas. 

Debemos tener ciertas consideraciones como: 

• Estiramientos para fortalecer la zona del tronco y los músculos isquiotibiales, estos son los que se encuentran en la cara posterior del muslo. 
• Los ejercicios deben realizarse de forma correcta, de lo contrario empeoraran los síntomas. 
• Uno de los ejercicios por excelencia para la ciática es caminar, ya que es considerado de bajo impacto. Se debe comenzar con unas cuantas cuadras hasta llegar a caminar 5 kilómetros. 
• Acompañado de los ejercicios se debe tener una buena postura, siempre cuidando la espalda baja al estar sentado o de pie. Evitar permanecer largo periodos de tiempo en las posiciones antes mencionadas. 
• Procurar mantener el peso adecuado, un incremento puede provocar un ataque de ciática, por ello es que las mujeres en gestación son propensas a padecer este terrible dolor. 

Algunos ejercicios que puedes hacer son: 

• Acostado sobre tu espalda, con una pierna flexionada, eleva la otra. Mantén la postura por 10 segundos. Cambia de pierna y repite la rutina. 
• Sentado cruza la pierna derecha sobre la izquierda, endereza y cambia de pierna.
• Arrodíllate sobre el piso, apóyate sobre las palmas de tu mano, debes arquear dorsalmente la espalda y volver a la posición inicial. 
• Con la ayuda de una pelota de tenis, ponte sobre ella, en el suelo, ubícala en el glúteo que molesta o el punto donde sientes la molestia, mantente en esa posición por 20 segundos.