La Conferencia Episcopal Polaca ha difundido al finalizar el mes de agosto un documento de 27 páginas sobre asuntos "LGTBI", anunciándolo también con una nota de prensa en la que destacan que hay que respetar a las personas con sentimientos homosexuales, pero a la vez es necesario discrepar de la ideología de género y poder discrepar de las posturas incompatibles con las enseñanzas católicas sobre sexualidad, familia y derechos de los niños, por ejemplo.
Destacamos 7 ideas que presenta el documento de los obispos polacos.
1. La Iglesia está abierta al diálogo con todos, también las personas LGTBI.
Los obispos destacan que la Iglesia está abierta al diálogo con todo "hombre de buena voluntad" que busque la verdad. Ponen el ejemplo de cómo el Papa Francisco recibe a "personas que se identifican con LGBTI, les tiende la mano amablemente, expresa comprensión por las inclinaciones, pero al mismo tiempo no evita presentar claramente la enseñanza de la Iglesia sobre la ideología de género y las prácticas contrarias a la naturaleza y la dignidad humana".
2. La revolución sexual y la ideología de género, contra la moral tradicional.
Los obispos polacos marcan el origen del conflicto en "la llamada revolución sexual y los cambios culturales y morales que la acompañan" y “el rechazo de la moral tradicional". La ideología de género es una expresión de los cambios causados por la revolución sexual, que busca "la prioridad del sexo sociocultural sobre el sexo biológico, así como el esfuerzo por crear una sociedad sin diferencias de género”.
3. Hay que crear centros que ayuden a quienes quieren "recuperar la orientación sexual natural".
El documento pide que "ante las dificultades, sufrimientos y lágrimas espirituales que viven estas personas, es necesario crear centros de asesoramiento (también con la ayuda de la Iglesia o sus estructuras) para ayudar a las personas que desean recuperar la salud sexual y la orientación sexual natural".
4. Hay que respetar a todas las personas: el comportamiento agresivo es inaceptable.
Los obispos defienden "el respeto a todas las personas, incluidas las personas que se identifican con LGBT+" y que "cualquier acto de violencia física o verbal, toda forma de comportamiento de gamberro y agresión hacia personas LGBT+ es inaceptable”. Pero, en paralelo, se deben respetar también los sentimientos religiosos y principios morales y de orden público de otros miembros de la sociedad.
5. La Iglesia sí se opondrá a la ideología de género.
La Iglesia hablará contra la ideología de género. Dentro de esta ideología está la estrategia de llamar "homófobos" o "discriminadores" a todos los que se oponen al matrimonio del mismo sexo, y declarar que las sociedades tradicionales practican una "normatividad heterosexual opresiva".
Esta ideología además niega la complementariedad entre hombres y mujeres y "socava al menos implícitamente su llamado parental". Los obispos recuerdan que la Iglesia no puede aceptar la ampliación del concepto de matrimonio y la familia a las uniones del mismo sexo, incluyendo "la regulación de la situación de la propiedad, la pensión alimenticia y la herencia, así como permitir que las uniones monosexuales adopten niños, ni otorgar a las personas mayores de 16 años el derecho a determinar su género".
6. Hay una estrategia LGTBI para cambiar las sociedades.
"Conscientes de la radicalidad de la transformación cultural postulada y de las demandas de una sociedad" sin diferencias de género los movimientos LGBTI proponen utilizar el método de pequeños pasos encaminados a forzar una lenta transformación cultural a través de la familiarización gradual de la sociedad con conductas que hasta hace poco se consideraban inaceptables y moralmente reprobables.
Algunas redes sociales apoyan estos proyectos propagando la ideología de género, promoviendo el supuesto atractivo del divorcio, la infidelidad, la promiscuidad sexual, ridiculizando la fidelidad, la virginidad, la pureza y la religiosidad”, denuncian los obispos polacos. Estos movimientos quieren transmitir su ideología a los niños a través de una educación sexual escolar temprana ideologizada.
7. La Iglesia acogerá a las personas en los sacramentos, pero no actitudes transgénero.
La Iglesia no acepta que una persona haya cambiado su sexo porque le hayan dado unos documentos civiles o porque le hayan practicado una cirugía (lo considera sólo un acto de mutilar a una persona). La Iglesia considera que el sexo genético es el real. A la hora de bautizar niños, no aceptará nombres incongruentes con el sexo real, ni mantener el sexo "indefinido" en los registros parroquiales a la espera de que el niño crezca y se "autodefina".
La Iglesia acepta bautizar a personas adultas que en el pasado hayan podido sufrir una llamada "reasignación de género" siempre que durante el catecumenado esta persona acepte la visión católica sobre el cambio de sexo. "Teniendo en cuenta que la reasignación quirúrgica del sexo genital es irreversible, se debe pedir un arrepentimiento sincero". No hay que dificultar a estas personas (arrepentidas) el acceso a los sacramentos. Sí se impedirá para quienes buscan ambigüedades (como casarse con alguien del mismo sexo, ocultar el sexo verdadero, etc...)
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